Tres casos de diseño sobresaliente en empaques; tres latas y una botella cuyo trabajo gráfico está a la altura de los estándares más altos.
Llama la atención que ninguno de estos espléndidos trabajos devenga de cuatrocientos filtros de Photoshop o dos procesos de rendereado de algún 3D crap.
Iniciamos con la colección de latas de Coca-Cola, que utilizando simples íconos y los colores tradicionales de la marca, logran transmitir un mensaje claro: ¡Verano!
Enseguida tenemos la lata para la colección de primavera-verano de Levi’s que, aprovechando los coloridos modelos, genera una alegoría con una lata de pintura que se viste del color de los pantalones en su interior; diseño limpio, colorido, elegante y aún así, juvenil.
Y hablando de latas de pintura… qué tal éstas para Homebase. Seguro es que en el estante de los esmaltes, resaltan sin problema por su simplicidad. Donde todos gritan, el callado se destaca. Bellas en más de un sentido.
Finalmente y rompiendo con las latas, el diseño de botella en caja de Johnnie Walker Black Label para celebrar sus cien años. Cien botellas de edición especial de a cien libras cada una, merecían un empaque especial.
Tipografías sobrias y claras, contornos bien definidos, alineamientos precisos. Cuatro diseños soberbios en su concepción y brillantes en su ejecución. Para hacer esto debieran servir las escuelas de diseño y no para enseñar a talachear en una Mac cuatro mediocres proyectos en dos semanas.
