Tres ejemplos para aprovechar la curiosidad en el marketing
Luis Maram
La curiosidad es un instinto natural, descrito básicamente como un comportamiento inquisitivo común en muchas especies animales y por supuesto, en los seres humanos. Se dice que la curiosidad es necesaria para la supervivencia de ciertas especies, y que pudiera encontrarse en el genoma.
Si sabemos que es una parte prácticamente biológica ¿es posible utilizarla para el marketing?
Apuesto a que le generó curiosidad la respuesta, de lo contrario no seguiría leyendo… y en pago por esa curiosidad, no obtendrá un epitafio como le sucedió al gato (aunque la expresión original era «La preocupación mató al gato», ya que los gatos son muy cautelosos y advertía que preocuparse en exceso es malo para la salud).
Dejando de lado el breviario cultural, como le mencionaba, su curiosidad merece un mejor premio que el del pobre felino, por lo que aquí están tres ejemplos para aprovechar la curiosidad en el marketing.
El primero consiste en un simplísimo anuncio impreso para tratar de evitar que se utilice el 911 como un número para hacer bromas o al que se marca accidentalmente. Para ello se diseñó un gráfico que aparentemente es una situación de emergencia pero para ver qué es en realidad hay que escannear el código QR. Nadie se resiste, y en ese momento, el usuario puede ver la imagen completa y recibir en su smartphone un mensaje contundente que mata su curiosidad con una sorpresa. Gran insight en esta campaña.
El segundo ejemplo pareciera una simple postal o una pieza de marketing directo; sin embargo las apariencias engañan; se trata de una tarjeta similar a las usadas típicamente para descubrir premios, es decir, las que hay que rascar con la uña para hallar lo que hay detrás de la impresión. Lo que sucede aquí es que el mensaje que se descubre es una advertencia de Dove sobre el uso de otros jabones: si lo haces, rasguñas tu piel. La curiosidad nuevamente gana.
Finalmente, el tercero es un letrero colocado encima de bancas para descanso que en vez de rotularse con el típico mensaje «WiFi gratis» se estampa con «Zona de no WiFi» lo que provoca la reacción de cualquiera. ¿Zona de no WiFi? Así es, se trata de un espacio que bloquea cualquier señal, de modo que justo allí no hay checkins, actualizaciones, chats ni nada similar… es un espacio para, como clama el slogan de KitKat, tener un respiro. Dígame que su curiosidad no le haría sentarse a tratar de conectarse. Le apuesto que sí, y al hacerlo, estará interactuando con la marca y cayendo en su juego.
¿Qué le parece? La curiosidad como arma de persuasión, desde lo impreso hasta el street marketing. Ejecuciones sencillas pero sumamente disruptivas. La curiosidad no mata al gato… lo persuade. [tti link=»Twittea esta frase»]La curiosidad no mata al gato… lo persuade.[/tti]