Roger Bornstein, director de marketing de la NASA recibió de manos de Chewbacca el sable laser original que utilizara Luke Skywalker en El Regreso del Jedi; después tomó un avión y se trasladó de California a Texas, donde fue escoltado por R2-D2, Darth Vader, y un contingente de Stormtroopers.
Lo anterior con el fin de enviar la preciada pieza al espacio como una parte del STS-120 que el Discovery pondrá en órbita en octubre. Esto en el marco del trigésimo aniversario de La Guerra de las Galaxias.
Se dice que George Lucas revolucionó el marketing cinematográfico, creando con su trilogía no una serie de películas, sino una franquicia, una aplanadora de hacer dinero que a treinta años, sigue produciendo resultados. Impresionante.