Fastuosa publicidad de Nextel donde el concepto de unicidad está bien logrado. La semiótica está correctamente trabajada al integrar al león que posee muchas connotaciones: grandeza, fuerza, majestad, poder. No es casualidad que la música evoque la sabana africana y por supuesto, al Rey León.
En un mercado que se inclina a los commodities, es una buena muestra de publicidad emocional cuyo poder persuasivo y valor,radica en la promesa de ser… diferente.