Miles de personas se arremolinaron en las librerías de todo el mundo para poder obtener una copia del último libro de Harry Potter: «Harry Potter and the Deathly Hallows» y despejar su duda que la misma Rowling les clavara hace un año cuando anunció que en la última parte, morirían personajes principales.
Tan sólo la cadena de librerías Barnes & Noble, acumuló pedidos por 1.2 millones de libros, mismos que estuvierondepositados en una bodega secreta en la zona noroeste de Estados Unidos vigilada las 24 horas. Seguramente el número es un hito de preventa en la industria editorial.
Pues bien, la espera terminó y a partir de hoy el secreto desenlace correrá como pólvora…
¿Quién dijo que libros infantiles escritos por una mujer no podían ser un fenómeno mercadológico?