Cuando uno está del lado del marketing, sabe que fechas como el 14 de febrero, traen consigo no el trinar de los pájaros y la música de violines, sino el din din de la caja registradora que convierte en monedas los sentimientos que los enamorados despilfarran en este día.
¿Es correcto? ¿Es ético? Creo que no vale la pena entrar en ese análisis; efectivamente el amor debe celebrarse a diario, pero San Valentín es sin duda alguna, una gran ocasión para divertirse y hacernos recordar a esas personas que cuando no saben donde estamos, nos llaman al celular.
En ese marco, este sencillo diseño nos arrancó una gran sonrisa; y si para muchos «Love sucks», entonces también, por lógica, ¡San Valentín apesta! Gran copy para todos los «grinchs» del amor.