¿Es la reputación corporativa una consecuencia de la responsabilidad social empresarial? la respuesta podría ser sí y no, porque las empresas más reputadas no necesariamente son las más responsables. La pregunta real entonces es ¿Qué prefieren ser las marcas de hoy? ¿Reputadas o responsables?
Por otro lado, la reputación corporativa no depende solamente de la responsabilidad social sino de otros valores percicbidos por la sociedad. De acuerdo con el Reputation Institute, las áreas a tomar en cuenta en un análisis de reputación corporativa son:
1. Productos y Servicios
2. Innovación
3. Lugar de trabajo
4. Gobierno Corporativo
5. Ciuadadanía Corporativa
6. Liderazgo
7. Performance
Como se puede ver, la responsabilidad corporativa, si bien puede es la parte medular de la reputación y puede relacionarse indirectamente con varios puntos, de manera directa sólo lo hace con los puntos 3, 4 y 5; en este contexto, una marca debe preocuparse por más aspectos que la ciudadanía corporativa si quiere mantener una buena reputación corporativa. Baste decir por ejemplo que marketing está conectado íntimamente con los puntos 1, 2 y 7.
Por otro lado hay que señalar algo aún más relevante… la responsabilidad corporativa depende de la empresa, pero la reputación corporativa depende de la sociedad [tti link=» Twittea esta frase»]La responsabilidad corporativa depende de la empresa, pero la reputación corporativa depende de la sociedad[/tti] y por ende, no es tan sencilla de controlar ¿Recuerdan la diferencia entre fortalezas y oportunidades en el anáisis FODA?
Cuando la RSE inició su rápida curva de ascenso como innovación de gestión empresarial, allá por inicios de los 90´s, las redes sociales eran apenas embriones; hoy, el social media ha acortado las distancias y los tiempos, haciendo que las marcas ya no pertenezcan a las empresas, sino a los usuarios; hoy, la co-creación de valor es toda una realidad; Nike (NIKEiD), Starbucks (My Starbucks Idea), Pepsi (Refresh Project), BestBuy (Twelpforce) y otras marcas, lo han entendido bien y han sacado provecho de ello. Aquí también valdría la pena analizar el concepto de Lovemarks de Kevin Roberts
Finalmente he de decir que con todo este panorama, no es de extrañarse que según Fortune, Apple es la empresa más admirada del mundo por tercer año consecutivo… sin ser necesariamente la más responsable. (No es un comentario peyorativo de ninguna manera, ya que últimamente han trabajado mucho en este aspecto, tan sólo veáse el Caso Apple Green Day).
Tal vez estemos entrando en una nueva etapa, donde haya que comprender que la percepción de una empresa ante la sociedad no depende sólo de su responsabilidad o de su marketing, tampoco de sus productos o de su innovación… tal vez llegó la hora de comprender que en esta era de globalización, la reputación de una empresa y la afinidad hacia ella depende de un todo en el que hay que trabajar día con día ¿Están las empresas listas para ello?