Diseñar una marca es una gran responsabilidad. Rediseñar una con más de cien años en el mercado… es un reto. Hacerlo con éxito, es una tarea que sólo los grandes pueden lograr.
En un breve análisis podemos mencionar el atinado trance de un concepto ilustrativo que comenzaba a respirar antigüedad a una elegante síntesis de elementos manejada en sólo dos colores y sus matices, verde y dorado. En una composición radial, la figura del emperador Cuauhtémoc ha pasado de ser un ícono meramente plástico a un personaje vivo, que gracias al adecuado manejo de planos, parecer salir de la etiqueta. La tipografía, que inteligentemente se ha respetado para mantener una liga con la etiqueta anterior, se ha colocado al centro de la composición, ganando peso y presencia mercadológica.
Me agrada que se destaque el copy «Hecho en México» porque así, el aspecto oriundo del producto le otorga aún más valor. Así mismo se le ha sumado el slogan que la cerveza ha utilizado en sus últimas campañas y que tanta aceptación le ha ganado: La cosa es buscarle. Finalmente se le ha añadido el 1905, confiriéndole ese aire de prestigio que sólo puede otorgar la pátina del tiempo.
Por si fuera poco, el diseño se ha llevado con un brío extraordinario al resto de las presentaciones, destacándose la lata, en donde se ha hiperbolizado, luciendo un tamaño que sin duda se convertirá en un alarido dentro del anaquel y los refrigeradores. Un trabajo brillante.
En casos así, diseñar llega a ser tarea de héroes… rediseñar, de dioses. [tti link=» Twittea esta frase»]Diseñar llega a ser tarea de héroes… rediseñar, de dioses.[/tti]