Desde hace varios años he dejado de ser fan de los premios en publicidad; creo que han perdido la objetividad respecto de para qué sirve la disciplina… y es que los publicistas no hacemos arte ni genialidades, hacemos diseños funcionales.
En este marco, este diseño es una delicia. Se trata de un foco roto, simbolizando el fin de las ideas… y un copy que clama «Lo sentimos Leones de Cannes. Este año sólo enviamos esta idea, ya que decidimos dedicar el presupuesto que teníamos para la competencia, a las víctimas del terremoto en Haití.»
La realización es obra de Original, un despacho en Ljubljana, Slovenia.
¿Saben qué es lo más irónico? Que podría ganar un León en Cannes si lo metieran a concurso… aunque hacerlo sería haber mentido; de hecho la pregunta es ¿Verdaderamente donaron? Vaya dilema.