Una perfecta combinación de publicidad outdoor y ambient marketing, aderezada con un excelente manejo del mercado meta.
A sabiendas de la fascinación que tienen los asiáticos por la fotografía y la cultura de las celebridades, Nikon desarrolló esta tremenda valla donde se muestra un grupo de paparazzis en tamaño real. Cuando una persona pasaba frente a él, un sensor detectaba la presencia y activaba multiples luces de flash, dándole la sensación de que estaba siendo fotografiando y por tanto convirténdole en una celebridad.
Por si fuera poco, justo frente al innovador diseño, en el metro de Seúl, se colocó una alfombra roja que guiaba justamente hacia una tienda Nikon, donde se podía adquirir la D700, cámara que había propiciado tan ingeniosa activación.