Por: Marc Kaplan, director ejecutivo y cofundador de ChekMarc
Antaño, las personas interactuaban solo con quienes se encontraban en una proximidad física porque esa era la única opción que tenían disponible. Luego, vino la evolución del correo postal y los telegramas, lo que facilitó la interacción y la comunicación a distancia. Sin embargo, en todas estas situaciones, la gente se estaba comunicando en gran medida con quienes ya conocían.
Hoy, con la disponibilidad del internet, la comunicación ya no tiene barreras relacionadas con la proximidad física o la de conocer direcciones de correo, y las comunidades tienen la capacidad de conformarse con una frecuencia y velocidad sin precedentes. Este mayor acceso y capacidad para relacionarnos, cuando, como y donde queramos, tiene un poder increíble para aumentar el nivel de conectividad y de sentimiento de pertenencia, además de:
- Enriquecer la generación de ideas
- Resolver problemas más rápidamente
- Compartir información a través de redes amplias
También contamos con la capacidad de promover interacciones, sentimientos y relaciones positivas. Desafortunadamente, hay una desventaja sustancial en el desarrollo de estas comunidades en línea, impulsadas por un comportamiento que juzga, ataca, degrada y menosprecia a las personas.
Dicho comportamiento ha sido dañino para la psique (mente) de millones de personas, haciendo que quienes se unen a las comunidades se sientan deprimidas, ansiosas, solas, enojadas. En lugar de centrarse en las razones por las que estas comunidades se han convertido en experiencias negativas.
Sería bueno entonces, discutir algunos principios básicos para las interacciones en redes sociales.
4 principios básicos para las interacciones en redes sociales
Estos principios adoptados por grupos, tienen el poder de crear interacciones valiosas, además de reforzar la positividad dentro de las redes sociales y entre las personas, así como tener una influencia positiva en la autoestima.
Principio 1: respeto por los demás
Los grupos, por definición, están formados por individuos, y cada individuo tiene diferentes opiniones y perspectivas. Estas diferencias son poderosas y hacen que el valor de un grupo sea mayor que la suma de los individuos. Aprovechar y apreciar estas diferencias solo puede suceder cuando existe respeto.
Escuchar para entender lo que dice alguien versus escuchar para estar en desacuerdo con lo que dice alguien es fundamental para poder respetar a los demás. Más importante aún, no necesitamos estar de acuerdo con lo que alguien dice para valorarlo; necesitamos escuchar para comprender qué crea valor y, por lo tanto, respeto.
Respetar al individuo significa escuchar a la persona, reconocer lo que ha dicho y demostrar aprecio tanto en la comunicación verbal como en la no verbal. Los grupos que han adoptado esta norma de respeto al individuo, permiten que las personas superen las diferencias, se sientan más conectadas y valoradas, y participen en un diálogo más significativo y productivo.
Principio 2: sin juicios
Inherente al respeto a los demás, está la creación de un lugar seguro para compartir pensamientos, opiniones e ideas. Uno de los valores más poderosos de las redes es la expresión de ideas. Nada frustra más la creación de ideas que los comentarios o los juicios negativos.
Establecer normas grupales en torno a la construcción de las ideas de los demás en lugar de derribarlas o vincularlas a una superior, facilita la existencia de grupos más productivos y apoya la autoestima entre sus miembros. La diversidad de pensamiento en estos grupos crea un valor tremendo, pero solo cuando las personas se sienten psicológicamente seguras para compartir sus perspectivas sin ser juzgadas.
Los grupos de alto rendimiento aprovechan las diferencias entre las personas para lograr avances. La diversidad, especialmente de pensamiento, es un campeón fundamental de la innovación. Juzgar a los demás cierra la diversidad de pensamiento. Aunque nosotros, como seres humanos, estamos programados para formar opiniones inmediatas y juzgar, debemos esforzarnos por crear entornos inclusivos que estén lo más libres posible de juicios negativos.
Principio 3: las voces pequeñas importan
Los grupos están compuestos por introvertidos y extrovertidos; las personas que hablan con frecuencia y las que rara vez hablan; y las que tienen una gran presencia y las que no. Las grandes voces son las personas que dominan la sala y hablan a menudo. Las vocecitas son aquellas que no hablan a menudo y que, en ocasiones, necesitan que se les pida una opinión.
En los grupos en línea, las grandes voces de unos pocos pueden dominar las pequeñas voces de la mayoría. Dar espacio y tiempo, y llamar a las pequeñas voces para que hablen, crea una chispa que a menudo es igualmente, si no más, valiosa para el grupo.
Las ideas y pensamientos de las pequeñas voces son a menudo inconmensurablemente más grandes que las de otros y darles la oportunidad de ser escuchados puede impactar de manera positiva en su psique, ya que reciben un refuerzo positivo por sus contribuciones. El impacto en el grupo también es muy valioso, creando un grupo dinámico, enérgico y altamente cohesionado porque brinda una diversidad de pensamiento de todas las personalidades.
Principio 4: la empatía
La empatía es la capacidad de demostrar comprensión y aprecio por lo que otra persona está diciendo y sintiendo. Muchas veces, las redes sociales se forman a partir de extraños que interactúan por primera vez y crean una oportunidad para una frecuencia de comunicación que, a menudo, supera a la de familiares y amigos.
Responder y comunicarse entre sí en línea de una manera que muestre empatía, ayuda a las personas a sentirse comprendidas y, al sentirse comprendidas, se crea confianza y disposición para participar. El nivel colectivo de compromiso que las personas sienten con un grupo puede afectar el valor del grupo en sí, y la empatía entre ellos de forma predeterminada mejora el compromiso y la confianza.
¿Por qué nada de esto le importa hoy a los usuarios?
La comunicación digital ha abierto el mundo a una interacción fluida en línea y muchas personas pasan más tiempo interactuando en línea que en reuniones físicas. Como tal, la experiencia en estos grupos puede moldear desproporcionadamente la visión de nosotros mismos.
Los grupos que adoptan principios rectores como los anteriores, donde el respeto, la falta de prejuicios, la igualdad de voces y la empatía son factores impulsores en la dinámica del grupo. Estas relaciones impulsan interacciones positivas en línea y moldean de manera más positiva nuestro sentido de identidad.
Esto, a su vez, crea un entorno en línea donde las personas tienen energía para interactuar y se sienten capacitadas para participar, brindando el poder positivo de la comunicación donde nos fortalecemos mutuamente. Los grupos que mantienen estos principios también obtendrán mejores resultados de estas interacciones, ya que en el corazón de impulsar avances está la capacidad de sintetizar diferentes perspectivas e ideas de una manera constructiva.
En resumen, hemos visto y experimentado los efectos dañinos de la comunicación negativa en línea. Del mismo modo, también somos testigos del poderoso impacto que los grupos pueden tener en la creación de un sentido positivo de autoestima. Necesitamos comenzar a participar colectivamente de maneras que nos empoderen e influyan positivamente en nosotros adoptando los cuatro principios mencionados.
¿Estás listo para seguir estos principios básicos para las interacciones en las redes sociales y ser un mejor ciudadano digital?
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