En el marketing, dicen que hay que tener coraje para arriesgarse pero por otro lado también hay que decir: nunca inviertas un peso si no tienes la determinación de que las acciones emprendidas alcanzarán el éxito. La franquicia Terminator es un buen ejemplo.
Hay que decir que las dos primeras cintas de Terminator fueron un verdadero lujo cinematográfico, no sólo por la innovadora idea de un futuro donde los humanos somos cazados como ratas por máquinas de nuestra propia invención, sino por los aspectos técnicos excelentemente cuidados.
Sin embargo y como suele suceder con todos los productos que tienen éxito, marketing se engolosinó y una decepcionante tercera entrega llegó a la pantalla. No bastando eso, se desarrolló una serie televisiva, «The Sarah Connor Chronicles» que comenzó bien pero poco a poco fue haciéndose inverosímil, aún en su propio universo, incluso sosa y cansina; se dice que el rating ha disminuido enormemente, aún por debajo de lo aceptable, y fuertes rumores sobre su cancelación comienzan a circular.
No obstante estos dos tropiezos, se ha decidido lanzar la cuarta película, contando para ello con Christian Bale, quien ha tocado ya las nubes gracias a su papel como Batman en la nueva serie cinematográfica. Se dice que la presencia del actor, un guión más trabajado y una impecable manufactura traerán el éxito de vuelta… necesitamos ver eso.
Por lo pronto llegan dos posters más donde si bien no hay un gran diseño, se trata de ilustraciones soberbias y épicas, rescatando el elemento más icónico de la serie: el T-800 ¿Podrá Terminator regresar en el tiempo y rescatar su gloria perdida?
Las campañas teaser de películas se están convirtiendo en auténticas obritas de arte del marketing… Yo me quedo con el corto-spin-off de Almodóvar, «La concejala antropófoga», que no me gustó nada, pero que me parece un ejercicio brillante de promoción. Y me tiene fascinada la supercampaña que están haciendo con una película aparentemente irrelevante como «Una pareja de tres». ¿Por qué??