Facebook no sirve para mi negocio… ¡Auxilio! Con todos los cambios que implementa Facebook el alcance orgánico de muchass publicaciones se está desplomando. Aquellos días en que esta red garantizaban una gran audiencia y conversiones relativamente fáciles quedaron atrás. ¿será que debemos abandonar nuestras páginas de negocio y centrar nuestra atención en otros medios sociales?
Si esta es la pregunta que te has estado haciendo, detente. Antes de que tomes una decisión precipitada, es probable que quieras revaluar tus opciones y echar un vistazo a las posibles razones por las que Facebook puede no estar funcionando para tu negocio. ¡No te desesperes! Adopta una nueva perspectiva, experimenta un poco y abróchate bien el cinturón porque tendrás que salir de tu zona de confort para que Facebook funcione para tu empresa.
Después de todo, Facebook es visitado por mil millones de personas cada día, eso es casi uno de cada tres usuarios de internet en el planeta, así que ¿por qué no habría oportunidades de negocio para ti en ese espacio? Presta atención a esto y averigua qué es lo que todavía puedes mejorar.
10 razones por las que Facebook no funciona para tu negocio
1. No tienes un objetivo real
Empecemos por el principio, antes de pretender alcanzar tus objetivos, necesitas establecerlos claramente y tenerlos presentes todo el tiempo. Algunas veces hay accidentes afortunados, pero aunque puedas pensar lo contrario, el éxito no se alcanza por accidente. Así que si deseas lograr resultados a través de Facebook necesitas definir un destino y luego trazar la ruta para llegara él.
Lamento mucho decepcionante, pero aunque el engagement suene bien en tu cabeza y sea un activo muy valioso para cualquier marca, en realidad no es un objetivo de negocio. Necesitas metas medibles para entonces hacerlas alcanzables. ¿Qué es lo que esperas encontrar a través del engagement en Faceboook? Puede ser un público más amplio, una comunidad de seguidores más fuerte, el aumento del tráfico en tu sitio web, visitas a una landing page o lo que se te ocurra. Entre más específica sea la meta, es más sencillo trazar la ruta para llegar a ella. Buscar likes y comentarios está bien pero no es suficiente para producir dinero.
Mira por ejemplo cómo American Express utiliza la red para hacer social media engagement pero también para perseguir claramente objetivos de negocio.
2. Crees que conoces a tu público, pero no
Olvídate de todo lo que sabes sobre las reglas de segmentación del marketing tradicional; su principio aún puede ser útil para definir un mercado objetivo, pero conocer el género, edad y ubicación geográfica de tus consumidores no te servirá de nada en Facebook. La red social sabe mucho más que eso sobre tus seguidores ¿sabías que se dice que incluso podría predecir cuándo terminará una relación romántica, antes de que los involucrados lo sepan?
Ese es prácticamente el nivel de conocimiento que debes alcanzar sobre tu audiencia si realmente pretendes conectar con ella. Descubre cuáles son sus intereses, sus inquietudes y sus miedos; observa a qué tipo de contenido responden, entérate de qué están buscando exactamente y encárgate de ponerlo en sus pantallas.
Publicaciones como Men´s Health demuestran que tienen un perfecto conocimiento de su audiencia y lo hacen ver post a post.
3. Este no es un juego de azar
¡Wow, mira! ¡Otro increíble video de gatitos que tiene milles de reproducciones! Respira profundo y resiste. Vence a la tentación de publicar al azar o subirte a cualquier tendencia y pregúntate cómo es que el contenido que compartirás en este momento contribuye a alcanzar los objetivos que has fijado para tu campaña. Si no lo hace, más vale que dejes tu emoción para tu cuenta personal o el grupo de WhatsApp de la familia; el engagement se construye alrededor de los valores de tu marca y su identidad, no con el contenido compartido al azar. En este sitio hablamos de qué es el tren del mame y si debemos subirnos o no. La pregunta central es ¿beneficia a la marca y a mis usuarios? Si la respuesta es positiva, adelante, si no, deja de postear tonterías. El ejemplo de Interjet es un excelente ejemplo de cómo SÍ subirse a una tendencia.
4. Publicas todo tu contenido de forma manual, ¿en serio?
¡No hay tiempo que perder! Especialmente si eres una pequeña o mediana empresa. Hay demasiadas cosas que hacer en el día y no existe tiempo suficiente para buscar el contenido apropiado y publicarlo en el momento correcto. ¿Cómo esperan que alguien haga todo eso? te diremos un secreto: no tienes que hacerlo solo.
Antes de lanzar tu campaña de Facebook es muy útil buscar formas de automatizar lo que puedas. La tecnología está ahí para ayudarte. Aprovecha las herramientas a tu alcance como Buffer, HootSuite y Networked Blogs. Todas ellas pueden ayudarte a programar actualizaciones en tus cuentas de Facebook, Twitter y LinkedIn. De esta forma estarás presente en las pantallas de tus seguidores sin tener que estar pegado a las redes 24 horas.
5. El otro extremo… programas todo
De acuerdo, todas esas herramientas son una maravilla, pero si empiezas a programarlo todo estarás perdido. Construir y ejecutar una estrategia de calidad en Facebook requiere mantenimiento regular y a veces ayuda de un especialista.
Los consumidores perciben cuando una cuenta es demasiado automatizada; la sienten lejana, ajena y mecánica. Las marcas que lo programan todo pierden su carácter humano, su voz, y por lo tanto la oportunidad de construir una relación sólida y de confianza con su audiencia.
Programar todo el contenido es una práctica riesgosa; el mundo cambia todo el tiempo y tu marca necesita estar pendiente de esos cambios para evitar parecer desinteresada o poco sensible a lo que sucede en su entorno. Un claro ejemplo de ello es el error que BuzzFeed cometió tras el fallecimiento de Carrie Fisher, dejando ir un post que ya estaba programado. Sus seguidores no parecían muy contentos con su publicación.
6. Tu comunidad necesita respuestas
Puede parecer obvio para un usuario de Facebook, pero es realmente muy importante. A medida que las redes sociales se integran como parte de la vida cotidiana de los usuarios y se convierten en una forma de interacción diaria, la línea que las separa de la realidad se vuelve difusa y cada vez más personas pierden el valor de responder a través de ellas.
Cuando tus seguidores manifiestan sus inquietudes a través de tu página esperan una respuesta rápida que les ofrezca la sensación de una conversación real en lugar de una promoción automatizada. Esto les anima a seguir interactuando con la marca tanto en el mundo online como fuera de él.
Always México responde a los comentarios de su audiencia sin importar si son positivos o negativos, aunque su tiempo de respuesta puede extenderse incluso a un par de días, lo que a menudo puede frustrar a sus seguidoras.
Todo lo contrario de la cuenta de AT&T que ni siquiera responde cuando los usuarios molestos hacen un reclamo, como este, donde a pesar de que les pusieron el mensaje sobre su propia publicidad, ignoraron por completo el llamado. Un claro ejemplo de cuando tus redes sociales solo son canales de difusión y no de diálogo.
7. Te has convertido en un yo-yo
No importa en qué industria te encuentres, tus seguidores no quieren saber qué haces sino qué hay para ellos en medio de todo eso. Así que haz que tu página de Facebook se convierta en un espacio de interés para ellos, solo así conseguirás mantener su atención.
Pregúntate qué les interesa, qué los mantiene motivados y como es que todo ello puede vincularse con tu marca. Si vendes, por ejemplo, equipo fotográfico; tus seguidores querrán ver imágenes, aprender trucos para capturar mejor sus propias fotografías e incluso conocer los mejores lugares para imprimir a nivel profesional en su ciudad. ¿Estás preparado para resolver esas dudas?
Las últimas publicaciones de Pantene, Argentina, son todas sobre sus productos. ¿Realmente esto genera engagement?
8. No los consientes suficiente
Así como tus seguidores desean encontrar contenido de interés en la página de tu marca, también quieren incentivos que además de atraerlos ahí una y otra vez, tengan un efecto en el mundo offline. Ofréceles beneficios exclusivos, promociones que no encuentren en otros lugares, descuentos o regalos.
De esta forma no solo podrás conseguir una audiencia más amplia, también podrás tener más conversiones reales. Además cuando ejecutas este tipo de acciones solo para Facebook es más sencillo hacer un seguimiento sobre su alcance y rentabilidad.
9. Realmente no eres tú
O tus publicaciones están muy automatizadas o simplemente la persona atrás de Facebook no parece la misma detrás Twitter y mucho menos tras tu sitio web.
No importa si cada plataforma es administrada por alguien distinto; para ejecutar una estrategia social exitosa es necesario que todas tengan una misma identidad y una misma voz.
10. Desechaste la báscula
Si te has concentrado tanto en el engagement, que te olvidaste de marcar una meta medible es mejor que vuelvas al inicio; pero si ya conseguiste encontrar un objetivo claro, lo que sigue es medir tu avance y no detenerte hasta llegar a él. ¿Acaso te olvidarías de tener una báscula en casa si tu objetivo fuera bajar de peso?
Tal como sucede con cualquier proyecto, es necesario utilizar herramientas de medición para supervisar el progreso y hacer los ajustes necesarios. Utiliza Facebook insights para ver el contenido que está teniendo un buen resultado, el que más se comparte y el que no gusta tanto. Luego toma esa información y ajusta tu estrategia como sea necesario.
11. No inviertes un centavo
Sí, dijimos 10 pero toma este como un bono, porque no podemos olvidar que Facebook tiene cerrado el alcance orgánico a casi nada, de modo que si quieres abrirlo un poco e incluso recuperar fans que ya no ven tu página, es necesario soltar un poco de dinero para ello y targetear bien algunos posts, incluyendo a los mismos fans de tu página.
¿Tienes otros errores que se cometen en Facebook y quieres compartirlos? déjanos un comentario; ¿Te gustaría recibir estos tips en la comodidad de tu correo cada semana? Suscríbete a los contenidos; nos encanta estar en contacto contigo.
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