Si me preguntaran en qué red social invertiría yo, mi respuesta sería en Twitter o Linkedin, no en Facebook. A pesar de su más de un billón de usuarios ¿Por qué? La respuesta es un término económico: Utilidad Marginal.
Y antes de que dejes de leer este post aventándome lejos porque ya me puse técnico, déjame explicarlo rápidamente y con un ejemplo de la vida cotidiana:
Utilidad Marginal
La utilidad marginal es el valor que otorga un consumidor a cualquier bien por cada unidad adicional que consume del mismo. Cada unidad adicional por supuesto que tiene menos valor que la anterior, simplemente porque se reduce la satisfacción. Un ejemplo: La primera vez que asistes a un restaurante de moda puede ser fascinante, incluso la segunda o la tercera; sin embargo, cuando ya lo has hecho diez veces, te deja de parecer relevante. La utilidad marginal, la satisfacción, ha disminuido dramáticamente y por ende el valor otorgado.
En el marketing necesitamos de muchísima innovación para romper este ciclo. No siempre se logra.
Utilidad Marginal de las redes sociales
¿Qué rayos tiene que ver esto con Facebook, Twitter y Linkedin? y entonces ¿Qué es mejor, Twitter o Facebook?
La madre naturaleza tiende a disfrazar sus debilidades de fortalezas, reza una frase de la reciente cinta Guerra Mundial Z… y pasa lo mismo en el marketing.
Facebook es la red con más usuarios en el mundo, su número es bestial… pero es la menos relevante. Facebook te avisa de cumpleaños, de chismes, de lo que hace tu familia, tus amigos, y si bien a todos nos gusta eso, en realidad NO nos parece relevante sino entretenido.
¿Qué pasa con Twitter y Linkedin? Es verdad que también podemos seguir a familiares y amigos pero más que nada seguimos lo que realmente nos importa, lo que nos mueve, lo que nos interesa y apasiona. Y ésa, es una enorme diferencia.
La posibilidad de ser aceptado en el perfil de Facebook de alguien a quien admiramos es muy baja; claro, existen las fan pages pero ya tienen un tinte más comercial, ya no se sienten tan personales como un perfil. Por el contrario, la posibilidad de conectar en Twitter o de seguir en Linkedin a alguien a quien admiramos es completamente real; incluso, la posibilidad de que te conteste algún día un comentario, también es real.
En Facebook seguimos a familiares y amigos y rara vez los podemos cambiar… Su utilidad marginal está disminuyendo dramáticamente.
En Twitter o Linkedin la utilidad marginal puede aumentar dependiendo de a quienes incorporemos en el stream ¿Ves la colosal diferencia?
En Facebook seguimos a los que «tenemos» que seguir; en Twitter a quienes queremos seguir.
Facebook es masivo pero su contenido es pobre. Twitter y Linkedin son más pequeños pero su contenido tiene altísimo valor.
Y si quieren una cereza en este pastel les diré que vivimos tiempos instantáneos; todo lo queremos en el momento, por eso Instagram tuvo su meteórico ascenso, fue el nuevo Polaroid. Y en ese aspecto, también Twitter es mejor que Facebook; es más fugaz, cierto, pero también más inmediato, por eso se ha vuelto el arma para los reporteros de este nuevo milenio.
¿Que si creo que Facebook está muerto? No, por supuesto que no. Creo que está estancado y puede ser un dragón dormido, pero al igual que los grandes monstruos que duermen, en cualquier momento pueden despertar y sorprendernos acabando a todos; o puede llegar un animal más pequeño, o un simple caballero y hacerle una herida mortal en el centro de su corazón. [tti link=»Twittea esta idea»]Facebook duerme; puede despertar y acabar con todo o una red más pequeña le puede matar mientras ronca[/tti]
Es solo una reflexión.
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