Saint-Lauren marcó los cánones de elegancia para la mujer moderna, induciéndola a usar pantalones para el día y la noche, imponiendo trajes estilo safari, el «smoking», los impermeables a lo Humphrey Bogart y otras audacias para uso femenino.
Entre sus mayores éxitos figura la colección Mondrian (1965), basada en pinturas abstractas del holandés. En 1983, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York le organizó una retrospectiva de ¡tenía apenas 47 años! «YSL desafió las reglas de la moda; su muerte deja un enorme vacío y también una herencia sublime», aseguró en un comunicado el grupo Gucci.
Indudablemente, los diseñadores se vuelven inmortales a través de sus diseños.
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