Hace unos días pude observar la impresionante campaña teaser que se le generó a The Dark Knight, la segunda cinta en la nueva franquicia de Batman; me pareció grandiosa en muchos sentidos; fresca, audaz, agresiva, apegada a la insana locura del comic y el sicótico villano.
Pero más impresionante e insano fue enterarme que el actor que da vida al «Guasón» o «Joker», Heath Ledger, fue encontrado muerto en su apartamento, al parecer víctima de una sobredosis de píldoras para dormir, que hasta donde se sabe, pudo ser incluso accidental.
Esta triste e indeseada situación, seguramente le imprimirá un aire mucho más oscuro y dramático al marketing de la cinta, al producto cinematográfico y al personaje per se… una penosa realidad. Con situaciones así, con la suerte y escándalos de otras «estrellas», uno no deja de reflexionar sobre la vida de Hollywood y sus avatares. Lamentable pérdida la de un talento tan joven, quien fuera nominado al Oscar por su valiente interpretación de un vaquero gay en Brokeback Mountain.
Salvo los extraordinarios diseños de la campaña, tal vez este post no tenga mucho que ver con la temática del blog, sin embargo, el trágico deceso de este brillante histrión, definitivamente es una muy mala broma del destino.