Algunos atribuyen la pésima actuación de la semana pasada de Tony Romo, quarteback estrella de los Dallas Cowboys, a la presencia de Jessica Simpson, su novia, en las gradas. (¡Rayos!, ¿quién no se pondría nervioso? el tipo es humano.)
En una demostración del poder «viral» se abrió el sitio ruinromo.com, donde a todos los detractores de los vaqueros, se les invita a descargar una máscara de la guapa artista y llevarla al estadio los días en que haya partido de la escuadra de la estrella solitaria.
Independientemente de que la sugerencia pueda ser una tontería, la magia de la viralidad puede percibirse si vemos que más de 200,000 descargas de la careta se han efectuado en unos pocos días.
Claro que si bien la viralidad es reconocida como una táctica de marketing, crearla no es nada sencillo ni existen manuales para hacerlo.