Dos embarcaciones verán pronto la luz del sol desde el horizonte marítimo; la primera de ellas será la máxima expresión del marketing, un alarido del lujo sobre la Tierra; la segunda, tratará de salvar… a esa misma Tierra. Sus nombres: Oasis of the Seas y Rainbow Warrior III.
El Oasis of the Seas, de marca Royal Caribbean, es un monstruo del mar, tan colosal e imponente, que el mismo Titanic tendría vergüenza de emerger. Tiene 360 metros de largo y 65 de ancho, 16 cubiertas, más de 2,700 camarotes y puede albergar a casi 8,500 almas.
Dentro de sus vanidades tecnológicas se cuentan, además de su casino, piscinas, y restaurantes, un parque con vegetación real al que soberbiamente llaman «Central Park», una alberca con simulador de olas y precios desde 700 euros para los camarotes más sencillos… si es que la sencillez tiene hospedaje aquí. Con más de 5.300 kilómetros de cableado eléctrico, 600.000 litros de pintura y 241 kilómetros de tuberías usados para su construcción, el Oasis of the Seas, a botarse el próximo 5 de diciembre con rumbo al Caribe, será el crucero más grande del mundo.
En el otro lado tenemos al Rainbow Warrior III, de dimensiones mucho más pequeñas pero con una misión más compleja: salvar al mundo. Se trata del barco insignia de la que es quizás, la organización ambientalista más reconocida del planeta: Greenpeace.
Esta embarcación es un velero de alta mar, de alta eficiencia en el uso de combustible y con la tecnología verde marina más vanguardista; pronto sustituirá a su actual hermano, el Rainbow Warrior II, de 52 años. El propósito de estas naves es ser un eslabón más de la lucha activista de Greenpeace en pro de los ecosistemas; el objetivo específico del Rainbow Warrior III es «la lucha contra el cambio climático.»
Este buque será construído con la tecnología ambiental más avanzada; usará energía eólica, aunque podrá cambiar a diesel-eléctrica de acuerdo a condiciones climáticas; tendrá un sistema de tratamiento biológico de aguas residuales y un sistema de llenado de combustible anti-derrames; utilizará la la temperatura del motor para calentar su propia agua; podrá alojar a un helicóptero y tendrá una plataforma de comunicación de vanguardia.
El buque se lanzará en 2011, coincidiendo con el aniversario 40 de la organización.
Aquí no hay precios para sus camarotes, simplemente son inaccesibles al público en general. No obstante, el marketing sale al rescate y, a sabiendas de la gran cantidad de seguidores de Greenpeace, una versión virtual del Rainbow Warrior III estará disponible a inicios del 2010 a través de un videojuego para PC y en modalidad online con multi-jugadores; éste fue diseñado a partir de los actuales dibujos y especificaciones 3-D CAD y desarrollado en colaboración con VSTEP, los fabricantes del «Simulador de Barcos.»
Y bien… ¿En cuál de estos dos navíos se embarcarían? ¿En la ostentosa paz del Oasis o en el verde activismo del Guerrero?