Love Never Dies, segunda parte de El Fantasma de la Ópera, exhibe primer número en Nueva York y genera un fenómeno comercial sin precedente.
Desde que Lloyd Webber anunciara que haría una segunda parte de El Fantasma de la Ópera, muchas voces en ambos sentidos se dejaron oir… por un lado, que sería grandioso, pero por otro y quizás con mayor estruendo, que podría ser muy riesgoso porque seguramente este nuevo producto no superaría al anterior.
La primera pieza del musical, sin ser espectacular, es brillante y majestuosa y remite instantáneamente a la obra original de El Fantasma, es decir, mantiene todo el estilo y por supuesto, el toque de Lloyd Webber. La canción habla de la soledad y desesperanza del fantasma, así como de su ansiedad por escuchar a su amada, una vez más. El número se presentó sin mayor escenografía que unos espejos cubiertos y una Christine en silencio; la interpretación corrió a cargo de Ramin Karimloo, quien actualmente es el fantasma de la versión londinense y quien continuará con su rol para esta puesta en escena. Sierra Boggess fue presentada como la nueva Christine.
El argumento de esta segunda parte, trae la historia a Nueva York, a los teatros de Manhattan y a Coney Island; ello a raíz de que Christine es contactada por un misterioso empresario para cantar en América.
El diseño gráfico de esta secuela ya se dio a conocer y aquí lo presentamos; de tesitura menos elegante y con un estilo más crudo, la imagen tiene impacto y remite inevitablemente a esos días en que Nueva York comenzaba a convertirse en la capital del espectáculo y el entretenimiento.
La apertura está prevista en Londres para el 20 de febrero del 2010 en el Adelphi Theatre y, como mencioné anteriormente, uno como consumidor no obtendrá nada hasta esa fecha… pero ya podemos ir gastando nuestro dinero. Ése es el poder del marketing. La obra se prevee que llegue a Broadway en el otoño del 2010. ¿Tendrá esta nueva versión la misma magia que su predecesora? En mi caso, tendré que corroborarlo personalmente…