Otro ejemplo de publicidad escandalosa que cuando la censuran lo único que provoca es que cientos de miles de internautas busquen la campaña en la web y la vuelvan viral, otorgándole un publicity enorme que de otra forma sería imposible de pagar. (Vean el caso de Benetton)
El caso ahora es Lynx (conocida también como Axe), una marca conocida por una publicidad exageradamente machista y que ha hecho de esto su ventaja diferencial, convirtiendo a la mujer en un objeto. ¿Es ético? Por supuesto que no ¿Vende? Absolutamente sí… y también genera un sólido posicionamiento, ya que ningún otro desodorante masculino actualmente podría usar a la mujer como instrumento de venta. Vean aquí 15 anuncios de la marca con la misma línea de comunicación.
La noticia ahora es que varios anuncios web de la marca, con la modelo y estrella de televisión Lucy Pinder como protagonista, y otro (un outdoor) sin ella, han ocasionado quejas en Reino Unido. El por qué es la serie de tomas provocativas que utiliza usualmente Lynx. En el caso específico de Pinder, ésta aparece realizando diferentes actividades en poses insinuantes (o debiéramos decir descaradas), lo cual ha provocado la reacción y censura por parte de la autoridad de control de la publicidad (ASA) al considerarla inaceptable a la vista de los niños. Unilever señaló que la campaña estaba enfocada a los jóvenes, el target de Lynx, y que estos se sentían cómodos con ella. (Ja… ¿En serio?)
En estos días nada nos asombra, y menos con una marca como ésta, sin embargo, hay que señalarlo, en la publicidad hay un borde muy delgado entre sutileza y obviedad, y esta vez, Lynx lo rompió… La pregunta es ¿Intencionalmente?