Tenemos una buena cantidad de años haciendo marketing digital y al paso de ellos hemos visto crecer una constante que comenzó con buena intención pero hoy causa más daño que beneficio: la web y las redes sociales están infestadas de consejos y tutoriales que han hecho pensar que el marketing puede ser rápido, sencillo y barato. Hoy, lo más difícil del marketing es aprender que NO es así. El marketing en general, y el digital en particular, son difíciles. A veces mucho más lo que pensamos.
5 realidades que prueban lo más difícil del marketing
Las toneladas de contenidos hablando de trucos, hacks y herramientas que prometen hacer magia en el marketing han causado mucha confusión. Con el objetivo de aclarar un poco el panorama en medio de la densa neblina de estas creencias, vamos a desmitificar cinco falacias que mucha gente las piensa como realidades:
1 El marketing es rápido
Este es uno de los mitos más grandes en el mundo de la mercadotecnia. El marketing NO es rápido. Toda la teoría nos ha enseñado que requiere de planeación, objetivos, segmentación, estrategia y tácticas. Esto no es rápido.
Sin embargo, se nos ha querido hacer pensar que a través de algunas herramientas digitales y un buen manejo de ellas, esto puede cambiar.
No es así.
Nada en el marketing produce resultados inmediatos si antes no hubo una cuidadosa planeación.
Adicional a esta verdad hay que señalar que de todas las herramientas digitales, lo único que produce resultados relativamente rápido, son los anuncios. No el contenido, no las redes sociales, no el e-mail. Los anuncios.
El problema de los anuncios es que si no hubo una cuidadosa planeación (que demanda tiempo), una excelente segmentación, una buena cantidad de ensayos y pruebas A/B y una muy generosa inversión, los resultados no llegarán, y aún llegando, en cuanto se deje de invertir en ellos, los resultados desaparecen por completo.
Encontrar una buena estrategia de anuncios online, es de lo más difícil del marketing.
Por otro lado, el que los anuncios puedan mostrar resultados de ventas, ha originado que las marcas no quieran invertir en otras herramientas digitales, que aunque pudieran ser menos onerosas, toman tiempo para rendir frutos. Si es rápido, NO puede ser barato. Si es relativamente económico NO será rápido.
2 El marketing puede ser gratuito o barato
Esta es otra de las grandes falacias. Consultar en Google es gratis. Usar redes sociales es gratis. Acceder a ChatGPT 3.5 no cuesta nada. Cierto. Sin embargo, usar cualquiera de estas herramientas para hacer marketing es otra historia.
Anunciarse en cualquier canal, cuesta, sea Google o social media. Usar herramientas de IA, diseño, video, stocks de imágenes, e-mail marketing, automation, social listening, bibliotecas de audio, video, etc. cuesta. Cualquier herramienta para hacer marketing involucra pagar por ella.
Además de las herramientas, hay que invertir también en el talento, es decir, el factor humano, ya sea que lo tengamos in situ o lo contratemos a través de agencia.
Hacer marketing NO es barato; y pensar que digital puede serlo porque no se produce de forma tangible, es una gran falacia. Comprenderlo, aceptarlo y actuar en consecuencia, es de lo más difícil del marketing.
3 Las redes sociales son la respuesta
Esto es otro de los mitos más comunes y por el cual las marcas despercian el contenido en sitio en pos de ir por el de redes sociales.
Es verdad que 9 de cada 10 internautas en el mundo están en alguna red social pero el que la mayoría de las personas esté en social media NO significa que el contenido tenga posibilidades de ser visto por más gente. Esto es uno de los mitos más grandes y menos comprendidos. Te explicamos.
El alcance orgánico de las redes sociales cada vez es menor. Cada contenido que se publica en cualquier red y no se le pone dinero para promocionarlo, llega a un número mínimo de personas.
En Instagram no se llega ni al 10% de la audiencia, mientras que en Facebook no se alcanza ni el 5%; y año con año es menor en todas las redes.
Así que no importa si publicamos diario. El alcance de cada post es mínimo.
El algoritmo está diseñado para que el contenido de cada red social solo muestre tus contenidos a aquellos que realmente interactúan con él frecuentemente; esta situación hace que a menos que tu audiencia esté interactuando una y otra vez, pronto dejará de verte. La realidad es que es una carrera que NO se puede ganar.
Hoy en día, el juego no se llama social media… hoy, simplemente se llama commercial media. Pagar por jugar… eso es lo único que hoy se puede hacer y obviamente, debe hacerse con un plan.
4 El marketing puede hacerse sin profesionales, solo con guías
Esta creencia es otra de las terribles consecuencias que ha dejado la tonelada de contenidos que promete resultados con unos cuantos hacks.
Vamos a decirlo claro: el 99.99% de las veces que se prescinda de profesionales para realizar tareas de marketing, los resultados serán si acaso, mediocres.
¿Por qué sucede esto? Porque una pequeña receta no hace a un chef. De modo que si se pretende desarrollar contenido y se carece de un profesional en marketing de contenidos, los resultados no pueden ser buenos; lo mismo para el social media marketing, el e-mail marketing, el performance marketing, etc.
Lo más difícil del marketing no es una tarea, sino reconocer que hay tareas que requieren de especialistas o al menos de un estratega con buen conocimiento general de estas áreas.
5 Pensar que marketing es ventas o publicidad
Para aquellos que no estudiaron marketing, este concepto puede resultar confuso, sin embargo, ventas y publicidad son tan solo funciones del marketing.
¿Por qué la confusión? Porque a la llegada del marketing digital, donde todo puede medirse, comienza una obsesión con saber cuántas ventas se cierran desde digital.
En este sentido, el pensamiento se deforma hasta pensar que toda acción digital debe terminar en una venta. No es así. El marketing de contenidos, el social media marketing, el e-mail marketing, el marketing de reputación, pueden conducir a ventas pero su función esencial no es esa.
Pretender que cada acción realizada conduzca a una venta, es limitar el poder del marketing y no entender su funcionamiento.
El journey está dividido en etapas, y la venta es simplemente una de ellas… y es la última. Ignorar todo lo que viene antes es condenar toda la estrategia a ser disfuncional.
De modo que lo más difícil del marketing no es una tarea, no es una función, no es un área, es romper los mitos que durante años, muchos pseudo mercadólogos hambrientos de vender bolas de humo, han construido.
Conclusión
La parte más difícil del marketing es lograr que las estrategias, offline y/o online sean efectivas. Esto es porque el marketing es una disciplina compleja que involucra una gran cantidad de factores, como el conocimiento del mercado, el comportamiento del consumidor, las tendencias tecnológicas y los canales de comunicación.
Además, el marketing es un campo en constante evolución. Las nuevas tecnologías, los cambios en los hábitos de consumo y la creciente competencia hacen que sea cada vez más difícil encontrar estrategias que funcionen o que lo hagan sostenidamente.
Algunos de los desafíos específicos más comunes que enfrentan todos los días las y los profesionales del marketing incluyen:
- Medir el éxito de los esfuerzos. Es difícil saber si muchas de las acciones de marketing están siendo efectivas a menos que se puedan medir los resultados. Sin embargo, los métodos de medición pueden ser complejos y difíciles de implementar… o incluso puede haber acciones que simplemente no pueden medirse.
- Ajustarse a los cambios. El marketing es un campo en constante evolución, por lo que los profesionales deben estar preparados para adaptarse a los cambios. Esto puede ser difícil, ya que requiere una gran capacidad de aprendizaje y adaptación. De hecho, el término Darwinismo Digital implica que la tecnología online está avanzando más rápido que nuestra capacidad de adaptarnos.
- Conseguir que el mensaje llegue al público objetivo. El marketing es un proceso de comunicación, por lo que es importante que el mensaje llegue al público objetivo. Sin embargo, esto puede ser difícil, ya que las audiencias son cada vez más fragmentadas, no solo por sus gustos y nichos, sino por la inmensa cantidad de canales que utilizan.
De modo que sí, hacer marketing es difícil; cada vez más, y es una disciplina que demanda expertise e inversión. La decisión es tuya, ¿quieres hacer marketing o seguir jugando a hacerlo con recetas y promesas falsas?
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