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Las 3 dimensiones de la transformación digital

Al buscar: “Transformación Digital” en la web, Google devuelve un total aproximado de 4.130.000 resultados. El problema es que la tan “hablada” Transformación no se está dando.

La revista de Harvard en su número de Junio de 2018, en el artículo: “The 6 Ways to Grow a Company”, firmado por Gino Chirio, publica un estudio realizado a nivel mundial sobre en qué gastan el presupuesto las grandes empresas.

El resultado es que sólo un 5% del presupuesto se dedica a la Transformación Digital (ver en la gráfica cuadrante superior derecho), mientras que el 60% de ese presupuesto se dedica a eficientar la operación en los mercados actuales con capacidades actuales (cuadrante inferior izquierdo).

De modo que lo que hacen no es suficiente… aunque piensen que sí.

Además de la asignación de presupuesto, qué más está ocurriendo? De acuerdo con Everis, para entender lo que sucede habría que entender las 3 dimensiones de la transformación digital..

Las 3 dimensiones de la Transformación digital

La Transformación Digital, para poder ser llamada así, debe contemplar tres dimensiones:

Transformación Operativa

Este es quizá el punto más fuerte en las organizaciones, en todo el mundo en general.

Con mejor o peor fortuna – las metodologías ágiles – están haciendo más eficientes los procesos internos . Sus ventajas en términos de reducción del Time to Market, mejora de la satisfacción del usuario, entre otros beneficios, son indiscutibles.

No es poca cosa, ya que según la revista Harvard-Deusto, número 281, en el artículo: “¿Está su empresa preparada para el futuro digital?” refleja que, a nivel global, un 23% de las empresas están enfrentando la transformación en procesos internos, pero están obteniendo rendimientos un 16% superiores a la media del sector, por lo que el impacto en esta parte queda más que demostrado.

Estos resultados vienen dados de haberse dotado de capacidades, considerar los datos como un activo estratégico, y disponer de servicios digitales.

Estas empresas siguen compitiendo –de forma más eficiente- por el mismo mercado con los mismos productos (o los mismos productos evolucionados).

Esta evolución es una condición necesaria pero no suficiente para la Transformación Digital, y también tiene sus sombras.

En el punto actual, la percepción del mercado es que, si bien las ventajas son indudables, se está produciendo un aumento de costes en cuanto a necesidades de personal calificado que hasta este momento no existían.

Aquí hay dos puntos que son importantes considerar, el primero es que se está midiendo las nuevas metodologías con parámetros adaptados a otras formas de trabajo, –se mide el coste hora, pero no el incremento de valor agregado en ese mismo periodo de tiempo- y adicional, toda adopción de nuevas formas de trabajo/tecnologías, tiene un coste inicial que se va aplanando con el tiempo.

Transformación Organizativa

La segunda dimensión que se debe confrontar es la transformación organizativa.

Las organizaciones deben evolucionar hacia modelos más “planos”, con menos niveles de jerarquías, aprobaciones, etc.

Un punto no menor en esta transformación, que supone uno de los mayores problemas a la hora de implantar este cambio, es que están utilizando técnicas y metodologías pensadas para entornos colaborativos en los que se emplean frases como “falla rápido”, “equivócate pronto”, “aprende de prisa”, mientras que a la vez la cultura empresarial sigue anclada en “si te equivocas te penalizo”, “lo licitamos al más barato” (en vez de más innovador), “mi trabajo es ahorrar costos, y “antes era más barato”.

Esto no sólo es un cambio organizativo, sino cultural. Hay que evolucionar hacia un liderazgo que surja del reconocimiento del equipo en vez de la “jefatura” en base a la categoría profesional que indica tu contrato.

Es complicado abstraer un tema tan complejo como es un cambio organizacional en unas pocas líneas, pero la idea es que hay que evolucionar los modelos organizacionales que dieron resultados en el siglo anterior. Sin duda alguna este es también un factor clave para el éxito en este siglo.

Transformación del modelo de negocio

El tercer pilar para poder hablar de Transformación Digital y el más complejo de enfrentar por el factor innovador que implica, es la transformación del modelo de negocio.

Mientras sigamos teniendo el mismo modelo de negocio, estaremos solo haciendo más eficiente el modelo actual, pero no estaremos encarando La Transformación Digital.

El siglo XX destacó por la globalización, que básicamente consistía en fabricar lo mismo, pero en ubicaciones de bajo costo laboral. Las empresas escalaban en forma lineal.

La Singularity University ha introducido un concepto muy interesante denominado empresas exponenciales, para definir a aquellas empresas que en contraposición a los crecimientos lineales del siglo pasado consiguen crecimientos exponenciales en el nuevo siglo.

Un ejemplo muy gráfico fue la iniciativa conocida como IRIDIUM lanzada por Motorola.

Siguiendo un pensamiento lineal tradicional, plantearon un sistema para medir el tráfico vehicular basado en Internet of Things (poniendo sensores en tramos enteros de carreteras, semáforos, satélites, etc.) el resultado es que entró en bancarrota tras gastar 5 billones de dólares en ese proyecto fallido.

Una empresa “exponencial” – Waze – decidió hacer lo mismo, pero olvidándose de la forma tradicional de pensar. A través de la App que los usuarios llevaban en su celular obtenían en tiempo real la información por la que Motorola llevaba gastados 5 billones. En 2013 Google la adquirió por US$ 1.100 millones.

Si bien lo anterior funciona muy bien en empresas nativas digitales -los ejemplos son múltiples y seguramente están en la mente de todos- el verdadero reto son las grandes organizaciones establecidas (que por cierto son las que tienen que transformarse).

Lamentablemente la respuesta es que ni su modelo de negocio actual ni su organización interna actual, ni sus procesos les permiten alcanzar estos crecimientos exponenciales.

Si los modelos de negocio actuales de las grandes corporaciones no se transforman -y por ahora no lo están haciendo-, los próximos bancos serán Google, Amazon, Facebook o un software que en este momento está desarrollando en algún sitio un chico de 20 años.

Ya no existen barreras de entrada y cada vez la necesidad de una elevada inversión en mercaderías o tecnologías es menor (Amazon, el mayor retailer mundial no tiene inventarios; Uber, la mayor agencia de Taxis no tiene un solo taxi; Airbnb, la mayor cadena de hospedaje tiene una sola cama de hotel).

Es un hecho que las grandes corporaciones no tienen la capacidad de innovar que tienen los startups, los modelos corporativos de “intra-emprendedores” tampoco parece que estén dando los resultados esperados.

Tal vez la solución tiene que ir a ser capaces de crear un ecosistema de startups que nutran de innovación a las grandes empresas.

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