Desde hace un par de años me ha llamado mucho la atención ver en muchos puntos comerciales, varios productos con simpáticas caricaturas de la Virgen… y es que en una nación guadalupana, convertir a la Santa Señora en una marca o producto puede resultar tremendamente profano… o rentable. [tti link=»Twittea esta frase»]Convertir a la Virgen en una marca o producto puede resultar tremendamente profano… o rentable[/tti]
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La pregunta es obligada ¿Son de ella todas las aplicaciones de la virgencita que andan por allí? Por supuesto que no… la interpretación de la Buena Señora que Amparo realizó, ha sido pirateada por todos lados (las imágenes son de la Virgen de Guadalupe, de la Macarena y de la Virgen de los Lagos.); y es que con que se le cambie algo a los gráficos ya no se puede hacer nada legalmente, pues se trata de otro diseño.
En palabras de Amparo, quien se declara fan de South Park y Los Simpson, nunca pensó que su actividad iba a ser un negocio. «… lo hice como una pasión y un oxígeno que tenía que sacar, no fue con la idea de lucrar. Por un lado, me sale del corazón y hago las cosas y me encanta. Ahora siento una presión de que tengo que estar alimentando al monstruo, tengo que estar inventando más productos y más cosas para que las tiendas vendan…»
Además agrega una frase demoledora e inconfundible de diseñador: «No duermo, en las noches me pongo a pensar que voy a sacar, porque además soy muy celosa y no dejo que nadie más haga las cosas…»
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Un ejemplo tácito de que cuando se ama verdaderamente lo que se hace, el trabajo no es tal y la rentabilidad llega por consecuencia… incluyendo los mil-agros. Asimismo podríamos señalar, desde el punto de vista del marketing, que la elección acertada de un producto es imprescindible para su fácil comercialización… ¿Alguien podría decirle no a la Virgencita? [tti link=»Twittea esta frase»]¿Alguien podría decirle no a la Virgencita? Caso: Distroller[/tti]