Olga Costa, aunque nacida en Alemania, podría decirse que es una de las exponentes notables de la gráfica de nuestro país. Llegada a la Cd. de México a los 12 años, estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas junto con Carlos Mérida después de conocer a Diego Rivera, Frida Kahlo y Rufino Tamayo. En 1945 presentó su primera exposición individual en la Galería de Arte Mexicano.
¿A qué viene esto? Bueno, pues a que Olga Costa pintó en 1951 el famosísimo oleo «Vendedora de Frutas» (195.00 x 246.00 cm) que se expone en el Museo de Arte Moderno. Sin duda, había quedado fascinada con la riqueza visual y el colorido mexicano.
Para devolver la cortesía, aquí expongo una fotografía tomada por un amigo mío, que recién visitó un mercado en el norte de Europa y nos regala esta imagen que intituló simplemente «La del puesto del Mercado». Sin duda alguna, también quedó fascinado con la riqueza visual.