Siguiendo con nuestro recorrido a través de ejemplos de publicidad, marketing y/o diseño que hayan utilizado motivos religiosos, traemos a la mesa dos casos que utilizan la pintura de La Última Cena, de Leonardo, como tema principal.
La primera es una donación de Ogilvy a la Iglesia de San Pedro, en Jakarta, Indonesia. Se trata de un anuncio para recordarle a los asistentes que deben apagar sus teléfonos móviles al ingresar al templo. Para lograrlo, reprodujeron la pintura de Leonardo, salvo que todos los discípulos están mirando hacia la derecha donde el último de ellos está haciendo una llamada. El copy es simple pero religiosamente contundente: «¿Quién será el siguiente en traicionarlo? Por favor apaga tu móvil antes de entrar a la Iglesia.»
El segundo gráfico es un anuncio para la marca de ropa Marithe & Francois Girbaud, publicidad que fue rechazada por las autoridades italianas, no sólo por considerarla ofensiva para algunos ciudadanos, sino porque, aunque ustedes no lo crean, se dijo que trataba de elevar a un nivel sagrado, un producto comercial.
Lo más impresionante del asunto es que ¡Es una pintura!, es decir, la connotación ha elevado este trabajo renacentista, la obra maestra de Leonardo, a un lugar sagrado para la religión… ¿Quién diría que entre el arte y el culto también existe el Posicionamiento?
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