Etiquetado como impetuoso, difícil, misántropo, ególatra y déspota. Entonces, ¿por qué algunos decidieron seguir a Steve Jobs a donde quiera que fuera y al paso del tiempo es un ídolo?
De acuerdo con Inc., varias películas, entre ellas la de Danny Boyle / Aaron Sorkin, han pintado al co-fundador de Apple, como impetuoso, arrogante, y frecuentemente irrespetuoso. A riesgo de reducir a uno de los visionarios más influyentes de nuestra generación a una caricatura, asumamos que Jobs era todas esas cosas, por lo menos hasta cierto punto. (Un buen número de sus asociados sin duda apoyaría la visión.)
No obstante lo anterior, cabe destacar que muchos de los colegas de Jobs dejaron esto de lado con tal de seguir trabajando con él. Por ejemplo, cuando Jobs fue «expulsado» de Apple, continuó y fundó NeXT. Este nuevo inicio se centró en la producción de equipos de alta potencia para la industria de la educación superior. La empresa y la tecnología fueron finalmente comprados por Apple, sentando las bases de lo que hoy conocemos como OS X, iOS, watchOS, y la App Store.
Se podría argumentar que la versión temprana de NeXT de Steve Jobs fue la peor: un multimillonario de 31 años que estaba firmemente convencido de que tenía razón la mayoría de las veces – si no es que todas –. Curiosamente, cuando Jobs se apartó de Apple, una gran parte del equipo que trabajó con él en Macintosh también lo dejó, para unirse a NeXT. Que quede claro… abandonaron puestos de trabajo seguros en Apple para seguir a su jefe en la búsqueda de una nueva visión.
Lo que nos lleva a preguntarnos:
Si Jobs era realmente tan malo, ¿por qué tantos miembros de su equipo lo seguían donde quiera que fuera?
La respuesta es sencilla: Steve Jobs educía lo mejor de las personas que trabajaban con él.
Andy Cunningham
Andy Cunningham, quien ayudó a dirigir las relaciones públicas y esfuerzos de marketing que lanzó Macintosh, fue una de esas empleadas fieles. No sólo siguió a Jobs de Apple a NeXT, sino que continuó trabajando con él estrechamente en Pixar.
Hace poco, Cunningham escribió una reseña impresionante de la película ya mencionada acerca del famoso fundador de Apple. (Cunningham es representada en la película por la actriz Sarah Snook.) En retrospectiva, ella describe a Jobs como «un visionario, un genio, un alma impulsiva; un padre, con poca frecuencia tierno… y una mente maestra maquiavélica». También dijo:
«Pasé cinco años trabajando estrechamente con Steve y fue una experiencia fenomenal que me tocó emocionalmente cada día con asombro, ira, y satisfacción; todo a la vez. Me llevó mucho más allá de donde yo nunca pensé que iba a ir. No lo cambiaría por nada del mundo.»
Guy Kawasaki
En un discurso que hizo un día después de la muerte de Jobs, el ex evangelista de Apple Guy Kawasaki, (quien afirma haber sobrevivido a trabajar para Jobs en dos ocasiones), también habló de la notable capacidad de Jobs para evocar la grandeza en los demás. Al enumerar las lecciones más importantes que aprendió de su ex jefe, Kawasaki dijo de forma poética:
«Lo que aprendí en la división Macintosh al trabajar con ese centenar de grandes personas fue que nos levantamos para la ocasión, hicimos el mejor trabajo de nuestras carreras porque se nos presentó el mayor desafío… Si le preguntas a un empleado de Apple, ¿por qué siempre están al día, ellos te dirán… que Apple les permite hacer el mejor trabajo de su carrera».
Tim Cook
¿Cómo era Jobs capaz de inspirar este gran trabajo? En una entrevista que apareció en Fast Company a principios de este año, el actual CEO de Apple, Tim Cook, arrojó algo de luz sobre el tema:
«Steve se preocupaba mucho por el por qué. El por qué de la decisión… él pasaba más tiempo conmigo y con otras personas explicándonos el por qué pensaba o hacia algo, o por qué miraba algo de una determinada manera».
Esto nos hace entender lo focalizado que el líder de Apple era. Cook admite que Jobs «no era un santo.» Pero enfatizó que el co-fundador de Apple, se preocupaba mucho por las cosas que hacía y la gente con la que trabajaba. «Mucha gente confundió su pasión con arrogancia», continuó.
Y este es el meollo del asunto:
La pasión que Steve Jobs demostraba era contagiosa ¿Recuerdan el comercial para los locos con un copy superinspirador? ¿O el inmortal discurso para la Universidad de Stanford?
Pese a todos sus defectos, llegó a dominar la habilidad de conseguir que los demás vieran las cosas desde una perspectiva diferente. Al final, tal vez él sabía lo que estaba haciendo todo el tiempo.
Lo que no te mata, te hace más fuerte.
¡Excelente! en verdad que los que confundieron su pasión por arrogancia es problema de ellos. Pero quienes estuvieron cerca, pudieron ver la luz de lo que significa crear algo que ni ellos imaginaban en su vida.
Sí, arrogante, pero era un genio. Gracias por comentar!