Durante los últimos años, El Palacio de Hierro ha enfocado su publicidad al público femenino. Hasta hace poco, conscientes de que su máxima fortaleza también podría convertirse en debilidad, comenzaron a trabajar con mayor intensidad en el sector varonil. Ahora, a raiz de la temporada, se aventuran en un nuevo estilo de mensaje pero sin perder una gota de glamour… la publicidad emocional.
La campaña La Primera Navidad no es una oda a la vanidad o el ego femenino, tampoco al estilo impecable de un exitoso modelo masculino, no… se trata de recordarnos, a través de diferentes imágenes, que podemos volver a tener una «Primera Navidad» cuando algo distinto a todas las demás, ocurre durante esa noche.
La campaña es obra de TERAN/TBWA y es un festival de imágenes emocionales en cuanto a su gráfica y un espléndido spot donde sin palabras, deja a la imaginación del espectador la historia detrás de lo visto en las escenas… ellos ponen el marco, nosotros imaginamos el cuento. Marketing de lujo que se acerca mucho a lo que se está haciendo de forma reciente con el brand content, donde la publicidad deja de ser vociferación para convertirse en historia, en anécdota, perfectamente enfocada en el público al que va dirigida y sutilmente diseñada para mover sus más hondas motivaciones.
Gran acierto de la agencia, que le ofrece así a la marca, un aire nuevo y refrescante a lo que desde hace años venía trabajando, y aún así siguen siendo… Totalmente Palacio.
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