Hace unos días, debatíamos en una reunión sobre si una buena universidad garantiza el éxito del profesionista, esto a raíz de un informe del Senado de los EE.UU. que revela la dura realidad: A pesar de que las universidades con fines de lucro a menudo prometen fuertes vínculos con buenos puestos de trabajo, en realidad, esos vínculos son muy débiles.
Estoy plenamente convencido que la institución educativa no te otorga garantías de talento ni de capacidades, eso es un logro conjunto de un alumno con hambre de aprender y un buen maestro. Lo afirmo con conocimiento de causa. He tenido la fortuna y la oportunidad de tomar estudios profesionales, maestría y otros de posgrado en varias instituciones y una y otra vez corroboré esta situación. De hecho, de quien más aprendí fue de un maestro con el que tomé clases particulares en mis tiempos universitarios. Ninguna institución podrá influenciarte tanto como lo hará un buen maestro. [tti link=» Twittea esta frase»]Ninguna institución podrá influenciarte tanto como lo hará un buen maestro.[/tti]
Etimologicamente, educación proviene del latin Educare (guiar) y semanticamente de Educere (sacar a la luz), por lo que ser maestro significa verdaderamente: Sacar a la luz los conocimientos que el alumno tiene para potenciar sus capacidades y desarrollarlo plenamente ¿Alguno de sus maestros hizo así algo por ustedes?
En diseño… ¿Hubo maestros que les enseñaron a sentir la tipografía en vez de memorizar sólo tipos de letras?
En Marketing ¿Tuvieron maestros que les enseñaron a retar paradigmas en vez de sólo repetir los textos de Kotler?
Pongan ustedes sus propios ejemplos… Los dejo con una frase de William A. Ward: El profesor mediocre dice. El profesor bueno explica. El profesor superior demuestra. El profesor excelente inspira. [tti link=» Twittea esta frase»]El profesor mediocre dice. El bueno explica. El superior demuestra; pero el excelente inspira[/tti]