La imagen de la Virgen de Guadalupe: un caso inexplicable

El 12 de diciembre se celebra el Dia de la Virgen de Guadalupe, debido a un milagro acaecido en el Tepeyac hace casi medio milenio. Independientemente de que se sea creyente o no, hay datos sobre el diseño, el colorido, el sustrato y la conservación de la imagen que harían reflexionar a cualquiera. Veamos algunos de ellos:

– La imagen de la Vírgen de Guadalupe apareció el día 12 de diciembre de 1531; quedó estampada en el ayate de Juan Diego que contenía las flores que por mandato de la Vírgen había cortado en la cima del Tepeyac y que según Juan Diego, Ella tocó con sus manos y puso en la tela.

– De 1531 a 1556 la Sagrada Imagen debió sufrió los efectos del clima húmedo y salitroso del Tepeyac, el humo constante de candelas, los insectos que eran atraídos por las luces, y el beso de miles, sin embargo no sufrió deterioro alguno.

– En 1554 creyeron, los que cuidaban la santa imagen, que sería conveniente a su culto y lucimiento adornarla con unos querubines. Así lo hicieron pero con el pasar de los años se desfiguraron y borraron. El resto de la imagen permaneció intacto.

– En 1660 una descripción hecha por el P. Florencia dijo que una manta de material tan vil, feble y corruptible, puesta en un lugar tan nocivo y perjudicial por su salitre como el Tepeyac, estaría tan podrida a los 20 años que se desharía por sí misma en pedazos.

– El ayate de Juan Diego esta hecho de fibras de maguey las cuales tienen un periodo de vida máximo de 40 años, sin embargo la imagen de la Guadalupana se ha conservado por siglos.

– En 1666 una comisión de pintores dice: «que han tocado con sus propias manos dicha pintura y que no han podido hallar cómo fuera puesta allí, sino de forma milagrosa.» Esa misma comisión declaró bajo juramento «que visto el lienzo por el envés, se ve la santa Imagen con todos los colores que se admiran en el haz.»

-En 1921 se registra un atentado contra la Imagen. Estalla una bomba en el altar mayor de la antigua Basílica. La Imagen no sufre daño alguno.

– En 1936 El Dr. Ricardo Kuhn, austriaco y premio Nóbel de química, recibió dos fibras que le enviaron de México provenientes del lienzo de Guadalupe. Luego de su análisis manifestó: «en las dos fibras -una de color rojo y otra amarillo- no existen colorantes vegetales ni colorantes animales, (como la cochinilla), ni minerales. Tampoco podían ser colorantes sintéticos, pues en aquel tiempo (1531), no se conocían estos productos.»

– En 1954 El Prof. Francisco Camps Rivera, de la Universidad de Barcelona, experto en pintura, luego de examinar la tilma, afirmó que «no pudo encontrar huellas de pincel, ni que la tela fuera preparada para pintar.»

-En 1975 El Dr. Eduardo Turatí, luego de estudiar el Sagrado lienzo, sin el vidrio, afirmó: «observando unas zonas del tejido donde se encuentran unas grietas que lo abren -por lo viejo que está- puede verse que la pintura sigue fija en las fibras ocultas del tejido. Este detalle tan significativo hace pensar que la Imagen se encuentra impresa o es parte de la misma tela y no pintura sobrepuesta.»

– En 1979 en la noche del 7 de mayo, los norteamericanos Brant Smith y Philip S. Callagan, miembros del equipo científico de la NASA, toman fotografías con películas infrarrojas de la Imagen de la Virgen sin el cristal protector. Entre sus conclusiones, aseguran: «la cara, manos, manto y túnica de la Virgen no tiene explicación posible».

– La Villa de Guadalupe es el santuario mariano más visitado del mundo, sobrepasando a Lourdes y Fátima.

– En el manto estrellado de la Virgen están plasmadas las constelaciones visibles en el horizonte del Cerro del Tepeyac la madrugada de la aparición de la Virgen.

Francamente y sin tocar temas religiosos a cualquiera se le podría erizar la piel al saber estos y muchos datos más sobre el famoso ayate. La realidad es que aún hoy, con toda la tecnología, sigue siendo un enorme misterio y un símbolo de fe para millones de personas alrededor del mundo.

Como anécdota personal he de decir que cuando visité Nueva York y fui a la Catedral de San Patricio, una parada obligada para cualquiera que vaya a la Gran Manzana, fue enormemente sorpresivo pero reconfortante, encontrar el fondo de la catedral, una gran imagen de la Virgen de Guadalupe… como hallar a miles de kilómetros, un pedazo de casa.