¿Crees que tú no vives en la era del algoritmo?, ¿crees que es solo un tema de facebook o Google?, ¿piensas que no influye en tu vida? Reflexiona…
Empresas de transporte líderes, pero sin ningún vehículo.
Empresas de alojamiento sin hoteles.
Compañías de contenido, que no crean ningún contenido.
La tienda más grande del mundo no tienen bodegas ni gigantescos stocks.
El stock más grande de música del planeta no vende un solo álbum.
Éste es el mundo en que hoy desarrollamos los negocios. Quienes no tengan claro que la valorización y competitividad de las empresas ya no tienen que ver con sus activos físicos ni el peso de su marca, ni siquiera con la calidad de sus productos, simplemente, estarán fuera del juego.
Ante la inminencia de la “Cuarta Revolución Industrial”, las compañías que más destacan en el planeta son líderes en tres conceptos esenciales:
- diseño
- innovación
- creatividad
Pero a ellos se agrega otro elemento crucial, una palabra que hasta hace pocos años se usaba, casi en forma exclusiva, en ambientes académicos e informáticos: “Algoritmo”.
La era del algoritmo
Sí, hoy vivimos en la “Era del Algoritmo”. Esto significa que las empresas no sólo deben ser disruptivas en diseño, innovadoras, creativas en sus estrategias; sino que deben sí o sí basar su negocio en algoritmos, como condición para competir e incluso subsistir.
Es más, hemos sido espectadores de cómo muchas de las compañías más disruptivas han nacido a partir de un algoritmo que pasa a ser el motor del negocio, desde sus inicios como startups, hasta su consolidación, proyección y crecimiento.
Más de tres mil años
Un algoritmo es una secuencia de pasos a seguir, o un conjunto de reglas diseñadas para producir un resultado específico. Por ello, puede considerarse como tal, desde una receta de cocina hasta el puntaje obtenido al optar a un crédito bancario.
Y aunque los primeros algoritmos datan desde hace más de tres mil años, en Babilonia; es el auge de la computación, traducida en una mayor capacidad de procesamiento de datos, y el desarrollo de las herramientas de Inteligencia Artificial -como el aprendizaje automático (machine learning), entre otras-, las que han terminado mostrando su alto poder de transformación.
Sepámoslo o no, en gran parte de nuestras actividades nos movemos en un mundo “algoritmizado”.
Desde que introducimos una palabra en un buscador, hasta los resultados que vemos y nuestra tendencia a hacer clic en uno o en otro dependen de algoritmos.
Del mismo modo, en las organizaciones cientos de tareas se han automatizado, lo que significará que en el futuro la creatividad y las habilidades blandas de las personas serán consideradas verdaderos “tesoros”, en tanto no son “algoritmizables”.
Sin embargo, hoy hasta la selección de empleados nuevos, o su evaluación anual, podría perfectamente estar ya determinada por algoritmos.
La ética
En tal sentido, algunos plantean probables dilemas éticos, debido al sesgo que puede tener un algoritmo, en cuanto la preferencia por ciertos ciudadanos, en algunos casos, o colaboradores en otras.
Si viste The Great Hack sabes que, según el documental, los algoritmos decidieron las elecciones en los Estados Unidos y el Brexit. No es que hayan alterado la votación, pero sí qué anuncios y fake news mostrar a qué perfiles a fin de sesgar su opinión.
La era del algoritmo en el marketing
Más allá de casos anecdóticos, hay que tener conciencia de que los algoritmos son –de manera categórica– esenciales para los negocios de hoy, y están transformándolo todo. El marketing digital no es la excepción.
Gracias a la inteligencia de negocios y el big data, es posible conocer al cliente anticipándose a sus necesidades y decisiones. Se trata de la hiperpersonalización de los mercados, en donde las empresas estrechan lazos con sus clientes como nunca antes, pudiendo saber más de ellos que personas de su propio entorno familiar.
Esto obliga a las empresas a ser más ágiles, a crear más y nuevos productos y servicios diferenciados e hipersegmentados; a buscar nuevas formas de incrementar ganancias.
Hablamos de decisiones a partir de datos convertidos en información, es decir, cada vez hay menos incertidumbre para lanzar productos. Todo se conoce con anticipación. Los más ágiles en analizar datos, tomarán ventaja definitiva porque habrán actuado antes.
Vivimos un mundo en que las buenas ideas no conocen límites. La Transformación Digital, liderada por Inteligencias Artificiales, ha llegado para derribar las barreras de lo imposible, y llevar las opciones a la palma de la mano de los seres humanos
Emilio Madero Vicepresidente de Marketing y Operaciones de Ventas CenturyLink, América Latina
Alinearse o morir
En un mundo “algoritmizado” las buenas ideas no tienen límites, puesto que también se facilitan los emprendimientos para los que quieran innovar en los mercados.
Cabe destacar el caso de la compañía chilena The Not Company, que comenzó a producir alimentos novedosos, iniciándose con una mayonesa sin ningún componente animal.
Todo gracias a un chef “estrella”: Giuseppe, un algoritmo que fue creando alimentos con componentes distintos a lo habitual, pero con el sabor lo más parecido posible. El éxito ha sido tal que captó la atención de un fondo de inversión vinculado con el fundador de Amazon, Jeff Bezos.
En la “Era del Algoritmo”, que hoy vivimos… todo es posible. No sólo mayonesa sin huevos, o hamburguesas con sabor a carne, sin carne.
Esta “revolución” traspasa mercados y países. Fijémonos en cuántos algoritmos hay en nuestras vidas y, en especial, cuántos hay (o debería) en nuestros negocios. Ojalá que no sea demasiado tarde.
Bienvenidos a la era de la inventiva, genialidad y creatividad… todas libertadas de ataduras, y de las barreras que antes conformaban el hipotético y en declive mundo de lo imposible.
Este artículo, salvo ligeras modificaciones, fue escrito por:
Emilio Madero
Vicepresidente de Marketing y Operaciones de Ventas
CenturyLink, América Latina
Deja un comentario