El tradicional espectacular con una buena foto y un ingenioso copy, está pasando a la historia. Hoy en día, los mercadólogos y publicistas idean nuevas formas de integrar o disfrazar sus anuncios a través del paisaje, para que el descubrirlos provoque un mayor placer y sorpresa. Aquí algunos ejemplos:
En el primer ejemplo vemos un magnífico aprovechamiento de un poste, que se transforma en un sensual tubo de tabledance para el club nocturno Stringfellows. En el segundo, la bebida Schweppes ha utilizado sabiamente una fuente para recrear una explosión de sabor. Finalmente el tercer caso, en un insight brillante, ha aprovechado de forma soberbia, la línea amarilla de la banqueta para colocar un plumón marcatexto con el nombre de Kinko’s, servicios de oficina e impresión.
Ideas frescas que hacen de la publicidad citadina algo más simpático y menos rígido; y aunque la persuasión depende del contenido de la pieza, el primer paso del proceso AIDA se logra, sin duda alguna.
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