En esta ocasión únicamente he querido compartir con ustedes, la belleza, la emoción y el dramatismo emergido de algunas de las imágenes acaecidas el pasado domingo, en el día de la final de la Copa del Mundo, Sudáfrica 2010.
Son los rostros de la desbordante emoción, de la aplastante trsiteza, de la sutil sensualidad, del logro, de la historia.
Simplemente fotografías, testigos mudos para recordar un domingo histórico del cual, algún día, querremos volver a platicar.
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