“¿Qué tipo de alojamiento web será el mejor para iniciar mi proyecto web?” Si tienes esta duda no te apenes ni te preocupes, ya que es una de las interrogantes más comunes cuando se va a comenzar un sitio web desde cero. Es muy probable que hayas leído o escuchado “maravillas” de los hospedajes dedicados o virtuales y a raíz de ello, las dudas te invaden.
Lo primero que debes tener en cuenta es que cada tipo de hosting está diseñado para satisfacer ciertas demandas. Por ende, no da lo mismo elegir cualquier tipo de servidor para empezar una página o blog desde cero. Tal como afirman los expertos en hosting, Webempresa, cada tipo de hosting gestiona diferentes tipos de tecnologías, además de la notable diferencia en precios que hay entre ellos. Si vas a comenzar un nuevo proyecto web desde cero lo más idóneo es que inicies en un hosting compartido y en este artículo te diremos el porqué.
¿Qué es un hosting compartido?
Básicamente, se trata de un tipo de alojamiento en el cual varios sitios webs comparten un servidor en común. Este compartimiento se hace de manera anónima, por lo que nunca sabrás con quiénes compartes el servidor donde se aloja tu página.
Para entender mejor esta definición pongamos el ejemplo del condominio. Un alojamiento web es como vivir en un departamento donde la piscina, el estacionamiento, y las caminerías del edificio es compartido entre todos los vecinos. Si bien el departamento que habitas es tuyo, las demás instalaciones son compartidas.
Así mismo funciona un servidor compartido: el espacio donde se aloja tu página es tuyo, pero la CPU, RAM, Disco de almacenamiento se comparten con otras páginas webs.
¿Por qué es mejor un alojamiento compartido para comenzar una nueva página web o blog y no uno dedicado?
A pesar de ser los alojamientos más básicos, los hosting compartidos generalmente brindan un buen equilibrio tecnológico por unos pocos dólares. Además, estos ya se ofrecen totalmente configurados y optimizados a modo de que solo tienes que subir tu sitio web y comenzar de una vez a generar contenidos.
Tampoco deberás preocuparte por hacer mantenimientos al servidor ni instalar actualizaciones, ya que esto es gestionado por la empresa que te provee el servicio. Estas ventajas hacen que este tipo de hosting sea el lugar idóneo para comenzar a aprender a gestionar un sitio web sin correr con la responsabilidad de la codificación y otras tareas administrativas del servidor.
Por su parte, los hosting dedicados, además de ser mucho más costosos que los compartidos (pueden llegar a costar más de 15 veces que las soluciones compartidas), serás el responsable de su mantenimiento y actualización. Esto implica que deberás tener ciertos conocimientos técnicos en la administración de servidores, ya que como su nombre lo indica, tendrás el control total del servidor contratado.
Otro hecho a destacar de los servidores dedicados es que su implementación puede ser complicado. No nos referimos a las configuraciones básicas, las cuales no tardan mucho tiempo en implementarse, sino a las personalizaciones. Es decir, el hardware y el software que se quiera instalar lo cual podría demorar días.
Obviamente, a medida que tu página web crece en audiencia y características, el alojamiento compartido se irá haciendo insuficiente, por lo que en ese momento, deberás contratar otro tipo de alojamiento con mayores prestaciones técnicas como el que ofrecen en Cloudlinux.
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