Un trabajo de síntesis extraordinario. Hace unos días hablábamos de lo extraño que resultaba ver la faceta «humana» de este abyecto líder; hoy nos encontramos con su rostro artístico. Es increíble lo que desconocemos de los personajes por no ser parte de la «historia oficial.»
El cartel, como obra de diseño, es una de esas bellezas gráficas que difícilmente se podrían olvidar; perfecto sencillamente.
Ficha Maram
Retórica: Metáfora, sinécdoque (¿Qué es esto?)
Diseño:Cartel
Marketing: Publicidad impresa
Advertising Agency: CMF studios Wien-Hamburg-London, Vienna, Austria
Creative Directors: Andreas Spielvogel, Thomas Tatzl
Art Director: Thomas Tatzl
Copywriter: Andreas Spielvogel
Illustrator: 3D-tomé
Account: Dahaettma Gern, Alex Muehr
Published: June 2008
Cierto, aunque creo que es bastante conocido como anécdota. El hecho de que se metiera en política porque le rechazaran en la escuela de bellas artes es un buen ejemplo de efecto mariposa. Rechazas a un aspirante a pintor y provocas la II Guerra Mundial. Es muy simplificado sí, se dice que habría pasado igual pero con otro en lugar de Hitler, pero resulta curioso ponerse a pensar cuánto podría haber cambiado el mundo si le hubieran aceptado.
Respecto al anuncio en sí, maravilloso de simple que es. E increíble pensar que podamos reconocer a una persona solo con 3 brochazos y una brocha situados estratégicamente. Cierto es que se parece mucho a la representación de Chaplin con un gorro y una barra negra, pero aquí es mucho más significativo, tiene mucho más mensaje. Cabe recordar que el propio bigote característico de Hitler no era más que otra campaña publicitaria personal en la que el líder político pretendía identificarse con el actor cómico.
Cuantas coincidencias y acontecimientos permiten que, con un simple rectángulo negro, podamos pensar en tantas y tantas cosas.
Tu comentario me hizo pensar en la película de Chaplin «EL Gran Dictador» donde efectivamente se aprovecha el parecido para hacer una extraordinaria parodia.
Sí, Hitler le copió el bigote a Chaplin y posteriormente Chaplin aprovechó su propio bigote para parodiar al plagiador por lo que se puede decir que Hitler se buscó que le hiciera una parodia el propio Chaplin. Era un fan, y consta que se vio la película al menos dos veces, a pesar de que creo fue censurada en Alemania.
Lo curioso es que Chaplin siempre se pintó el bigote (la primera película que hizo con bigote real, ya no era con el personaje del vagabundo, sino Monsier Verdoux), mientras que el de Hitler era real… este anuncio precisamente muestra una mezcla de ambos, pintura y a la vez pelo.