Y como mencionaba en el post anterior y algunos otros de hace días, la maquinaria para publicitar la llegada del último libro de Harry Potter, Harry Potter and the Deathly Hallows, es sencillamente aplastante. El 21 de julio, día del lanzamiento, miles se volcaron a las librerías para adquirir el último título. Cabe señalar que aunque el lanzamiento fue mundial, la versión disponible actualmente sólo es en inglés aún en países de habla hispana. A sabiendas de esto, y como una herramienta más para incentivar a aquellos que tuvieran aún dudas sobre adquirir el ejemplar, las librerías entregaban la compra, no en una bolsa tradicional, sino en una de color amarillo con el título del libro.
La estrategia funcionó, pues la bolsa se convirtió en un walking billboard, ya que todo aquel que hubiera adquirido su ejemplar y paseara por las calles, llevaba consigo un anuncio publicitario, como lo demuestra este joven en Starbucks, cerca del centro de Barcelona.
Gracias Alex