La sola pregunta es estúpida.
Supongo que sin importar la profesión todos nos hemos encontrado con ellos, sin embargo quisiera hablar un poco de la experiencia del diseñador, del publicista y en menor medida, también del mercadólogo.
Qué sucedería si cuando el médico nos diera su diagnóstico simplemente le contestáramos «sabe qué Doc… Me parece que no va por ahí; yo creo que lo que yo en realidad tengo es un cuadro de X o Y enfermedad y para aliviarlo debo tomar este medicamento en lugar del que usted me recetó»
Qué pasaría si cuando el abogado nos sugiere una estrategia le espetamos «No, yo siento que eso no va a funcionar. Mi primo estuvo en una situación similar e hizo esta otra acción. Yo creo que debemos hacer lo mismo»
Seguramente, médico y abogado nos darían un portazo y nos dirían que hicieramos lo que se nos viniera en gana. ¿Por qué entonces los clientes sí se atreven a tener este comportamientos con los diseñadores, publicistas y mercadólogos?, ¿Por qué ante un anuncio, un diseño, una estrategia publicitaria definida para solucionar cierto problema, el cliente comienza a hacer cambios y sugerencias a su libre albedrío?, peor aún ¿por qué lo aceptamos?
Creo que es ya una cuestión de malos hábitos de las dos partes y por desgracia, muchas veces, terminamos cediendo. Después de todo, como me dijera un profesor, es más fácil dejar pasar un perro rabioso que dejarse morder por él.
Sin embargo, ojalá y el cliente comprendiera a veces que en su estupidez recalcitrante, él saldrá perdiendo; después de todo, los proveedores simplemente cobrarán el desarrollo y no lo incluirán en su book de trabajos; pero quien tendrá que vivir y experimentar las consecuencias, será solamente… el cliente.
Es obvio que no todos los clientes son estúpidos; los hay bastante brillantes y con ellos es un gusto trabajar porque se genera sinergia.
Por desgracia hay mucho cliente estúpido que no sólo lo es… sino que se enorgullece de serlo y está dispuesto a todo con tal de defender su estupidez. Así de estúpido.
No obstante y como suma de malas experiencias decidí venir a verter mis comentarios a esta tribuna en donde sé que muchos colegas se sentirán identificados.
Como corolario les dejo las leyes fundamentales de la estupidez humana, extracto del extraordinario texto que sobre el tema escribiera Carlo M. Cipolla:
La Primera Ley Fundamental:
» Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo».
La Segunda Ley Fundamental:
» La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona».
La Tercera Ley Fundamental:
» Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio».
La Cuarta Ley Fundamental:
» Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error».
La Quinta Ley Fundamental:
» La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado».