Hace unos días se lanzó Google Buzz. los más recalcitrantes defensores de Google creen que el producto tiene ventajas diferenciales y es bueno; otros, los críticos de la web lo tachan de inservible al no verle una cualidad única. ¿Cuál es la verdad? Tal vez sea pronto para saberlo, sin embargo, este artículo traducido por AdLatina y publicado originalmente por Advertising Age puede aclarar muchas dudas.
Con esa premisa, los desarrolladores buscaron facilitar la conversación “al instante” y hacer un nuevo intento por desembarcar en las social networks. El resultado, todavía en una fase en formación, se conoció pocas horas atrás.
La noticia de su nacimiento ya se había filtrado en la Web y los usuarios, conscientes del nivel de perfección de la compañía pero también alertas tras el tibio rendimiento de Google Wave, hacían culto a la nueva dinámica social en Internet e intercambiaban posibles nuevas funcionalidades o articulaciones de la hasta entonces desconocida red social. El tiempo pasó y el día del lanzamiento llegó. La cobertura, esta vez desde las cuentas sociales de cada usuario, fue inmediata. Segundo a segundo, los nuevos usuarios publicaban reseñar al instante de cómo se veía la red social y cuáles eran las funciones que iban descubriendo. En tanto, aquellos que todavía no habían recibido el aviso de la sincronización, leían y reenviaban los comentarios a todos sus seguidores. Finalmente, Buzz fue habilitado para la totalidad de usuarios con cuentas en Gmail y, algunas horas más tarde, los twitteos de 140 caracteres se convirtieron en detallados posteos en blogs y en otras redes sociales. El veredicto es todavía incierto, aunque abundan las críticas por la falta de ese elemento único y distintivo.
El diseño y los seguidores automáticos
En apariencia, Google Buzz parece haber seguido los lineamientos de simpleza de Twitter. Con una pequeña subcarpeta en el menú del correo electrónico, el usuario puede ingresar a su red social sin tener que salir del sitio. Una barra de menú –obligada en las redes sociales- invita al usuario a comunicarse con sus seguidores que, a diferencia de otras networks, inicia la cuenta con una vinculación automática con aquellos usuarios con los que existía un regular intercambio de correos. Inicialmente, la medida fue tomada para agilizar la utilización de la red sin tener que esperar a que los propios usuarios comenzaran la búsqueda de personas con las cuales quieren estar en contacto y, aunque la practicidad de la aplicación es irrefutable, muchos usuarios se sintieron invadidos por la arbitraria elección. “¿Quién le dijo a Google que yo quiero que mi jefe lea mis buzz?”, se pregunta un usuario en Twitter. La solución al dilema se encuentra en un menú de opciones muy similar a la de la red social de los 140 caracteres. En Buzz, el usuario puede seguir libremente cualquier perfil –a diferencia de lo que sucede con Facebook- aunque existe la posibilidad del bloqueo de seguidores. En tanto, el sistema de “amigos sugeridos” que tanto éxito y rendimiento le brindó a la red ideada por Mark Zuckerberg, está activo también para los contenidos interesantes. En este punto, Google fusionó uno de los elementos más importantes de sus dos rivales: sugerir amigos y difundir contenido ajeno.
La información de perfil
En lo que respecta al perfil del usuario, el buscador le dio funcionalidad al hasta ahora poco activo Perfil Google. En el mismo, el cibernauta puede especificar su profesión, enumerar los sitios webs (o cuentas sociales) en los cuales participa, resumir un mensaje biográfico y enlazar al instante el contenido publicado en Twitter, Picassa, Flickr y Google Reader. Basta con incorporar el usuario al perfil para que todo el contenido publicado en otras plataformas se convierta en un Buzz. “¿Cómo hago para que el mundo no se entere de a quien sigo?”, se preguntaba otro usuario en Facebook. La respuesta, simple y cercana, se encuentra en la configuración del perfil.
¿Más ágil pero molesto?
El intercambio de información toma un nuevo giro en la red social que permite publicar al instante los contenidos seleccionados por el lifestreaming del usuario. Esta utilidad y la publicación de la información completa (a diferencia de lo que sucede en otras redes sociales) fue uno de los blancos predilectos por parte de los detractores del flamante proyecto de Google. “No todo lo que mis amigos leen me resulta interesante. No es necesario que me completen el timeline con eso”, denunció otro usuario desde Twitter. Las recomendaciones que circulan en la web son claras: lo ideal, para no perder el contacto con posibles bloqueadores de usuarios, es evitar la activación de esta utilidad, a menos que se trate de un buzz periodístico. Por otra parte, el usuario podrá “silenciar un buzz” acto que representará la anulación de ese contenido –y de sus sucesivos comentarios- en su timeline, sin necesariamente dejar de seguir al hacedor del mismo.
A diferencia de lo que sucede en Twitter, las respuestas de los usuarios son linkeadas al timeline de quien escribió el comentario inicial. Esto permite una lectura más lógica y directa, y evita que los comentarios queden varados sin que otros puedan acceder a todo el “ruido digital” que representó un comentario. Sin embargo, los algunos usuarios manifestaron su disconformidad. “Me molesta que mis comentarios no figuren en mi timeline. Resulta que mis opiniones sobre el contenido ajeno no son mías”, denuncia un cibernauta. Pese a que los usuarios venían comentando en la web, Google apostó a las “noticias destacadas” como ecuación para el posicionamiento de los buzzes en los timelines. Tal como sucede en Facebook –tras la incorporación leer noticias en tiempo real- la red social del buscador le dará una posición central a aquellos posteos que hayan recibido más comentarios, delegando hacia el final a los que menos repercusión crearon.
La aplicación “Me gusta” y la todavía inexistente “No me gusta”
Pese a que algunas plataformas de blogs ya han incorporado la aplicación para que los usuarios puedan manifestar su disconformidad o disgusto frente a determinados contenidos, las redes sociales mantienen una postura estática frente a esta posibilidad. De este modo, Buzz incorpora el famoso botón de Facebook para que cualquier usuario pueda –a tan sólo un click de distancia- manifestar su aprobación hacia el contenido ajeno, aunque todavía no habilita la posibilidad de “bajar el pulgar”. Este sistema, además, jerarquiza cada publicación y habilita la recomendación hacia otros usuarios que quizás no sigan al creador de la misma.
Sincronización con el correo
Si bien no se trata de una nueva funcionalidad, Google se jacta de que es uno de los elementos diferenciales de la naciente red social. A diferencia de lo que sucede con su competencia, los buzz enviados son almacenados en la memoria de la cuenta integrada lo que permite una organización y archivo de todos los movimientos. “Esta aplicación es muy práctica”, defiende otro twittero.
En tanto, algunos usuarios -que ya han engrosado su cuenta de “seguidos”- se encontraron frente a un problema de espacio. Para solucionar la invasión desmedida de mensajes en la bandeja de entrada del correo electrónico, el usuario podrá filtrarlos desde la configuración de la cuenta y, de ese modo, seleccionar qué tipo de mensajes desea recibir y en qué carpeta.
La privacidad
Inicialmente, el usuario podrá direccionar su mensaje al público general (que accederá a través del perfil Google de cada uno), a sus seguidores o a un reducido grupo de los mismos. Esta aplicación, adquirida por Facebook pero no por Twitter quien, hasta ahora sólo permite enviar mensajes públicos o privados; se suma a la posibilidad de adquirir un enlace directo de cada contenido para que sea replicado en otras redes sociales. De este modo, el cibernauta podrá acceder a una nueva ventana –con su propia dirección- en la que se podrá ver el contenido aislado si es que el mismo fue escrito de modo público.
Versión para móviles y la controvertida aplicación de la localización
Con una plataforma especialmente desarrollada, Google Buzz desembarca en el terreno de los teléfonos móviles con un plus diferencial. Utilizando la tecnología de Google Maps, cada usuario podrá ver cuáles son los buzz en cada región del mundo, en cada país, en cada barrio e inclusive en cada casa. “Bien, ahora no sólo no podré utilizar las redes sociales en el trabajo sino que mi mujer se enterará en todo momento en dónde estoy”, recriminaba jocosamente otro usuario en Facebook.
La publicidad
A diferencia de sus cometidotes, el buscador ya ha desarrollado una exitosa plataforma publicitaria digital que explota en todos y cada uno de sus productos: Adsense. Al igual que con la bandeja de entrada del correo electrónico, Google Buzz aporta una línea por encima de la ventana de estado del usuario, que enlaza contenidos en la web relacionados con los intereses del cibernauta. Aunque todavía no ha habido ningún anuncio oficial sobre posibles innovaciones en materia publicitaria, Buzz logró ser la primera red social que nació con un formato publicitario establecido.