Envidia del tamaño del pene
Sí, leyeron bien. En una película con Merryl Streep, Defending your life (la tradujeron como Visa al Paraíso), los humanos que mueren deben defender sus acciones ante un jurado antes de poder ingresar al cielo; allí, los abogados de los terrenales son apreciados de acuerdo al tamaño de su cerebro. Al percatarse, uno de los protagonistas exclama: «He pasado de un mundo con envidia del tamaño del pene a uno con envidia del tamaño del cerebro».
Es una realidad innegable, así es el mundo en que nos tocó vivir. En ese sentido, el que este anuncio tome esa verdad-cliché y lo haga una parodia para otorgarle características a un reloj Baume & Mercier, es diversión pura… y brillantez.
¿Por qué esto último? Simple, porque las características masculinas connotadas del «tamaño» han sido traspasadas a un objeto, que oviamente, cualquiera puede pagar. ¿No es un tremendo argumento de venta de muchos centímetros?