Pocos son los líderes de negocios que son de verdad admirados por las masas y cuyo engagement permea en sus marcas de tal forma que incluso éstas reciben el beneficio de su reputación.
Uno de ellos es sin duda, Richard Branson, el CEO de Virgin, quien cuenta con un historial envidiable y fascinante en la esfera empresarial. Recientemente, el editor de Inc. Magazine le entrevistó y durante la plática, Branson le dio uno de los consejos más trascendentes que cualquier entrepreneur o marketer pudiera recibir; uno que además le identifica claramente, pues lleva incluido en su remate su inolvidable motto, Screw it. Just do it.
«La mayoría de la gente joven con buenas ideas … se encontrará que el 99 por ciento de la gente le dará todas las razones por las que eso ya se ha hecho o incluso les dirá el por qué no es una buena idea y por qué van a caer si lo intentan. Al final, lo que tienes que decir es; A la mierda. Simplemente hazlo.»
Al final, lo que tienes que decir es a la mierda. Simplemente hazlo.
Más claro y contundente, imposible.
A la edad de 15, Branson dejó la escuela secundaria para comenzar su primer negocio, una revista para jóvenes activistas de estudiantes titulados.
Cuatro años más tarde, en 1970, Branson comenzó a vender suscripciones por correo. En 1971, abrió su primera tienda de discos. En 1972, abrió un estudio de grabación. En 1973, comenzó su propio sello discográfico. El imperio de negocios Virgin había comenzado, ¡y Branson aún no llegaba a los 24!
Hoy en día, el Grupo Virgin es un conglomerado mundial de cerca de 350 empresas, ramificadas en entretenimiento, viajes, y comunicaciones móviles.
No todas las grandes ideas de Branson han tenido éxito. Virgin Airlines y Virgin Mobile son ahora marcas emblemáticas para el magnate, pero Virgin Cola fue una estrepitosa caída. Con grandes riesgos pueden llegar grandes fracasos, y de ellí Branson tiene un secreto para el éxito: la determinación de seguir incluso cuando el fracaso parece inevitable.
«Si tienes suficiente determinación es muy probable que tengas éxito, por lo aprendido de las ocasiones en las que no lo lograste», dijo Branson. «Lo más importante es no dejarse intimidar por el fracaso.»
De modo que resumiendo, hay que arrojarse… muchas veces no lo lograremos, pero obtendremos el aprendizaje necesario para hacerlo si seguimos intentando una y otra vez.
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