Es un ejercicio común para todo diseñador, el desarrollar trabajos editoriales, sin embargo pocos, muy pocos, tienen la habilidad de generar una página atractiva visualmente.
Una de las debilidades más frecuentes de un diseñador es el considerar a la tipografía meramente como texto y no como un elemento gráfico más en su caja de herramientas creativas. Esto es fácil de comprobar en el diseño de muchos periódicos y revistas.
Siempre suelo decirle a mis alumnos: La tipografía es muy poderosa visualmente porque el ojo humano lee en automático, es decir, está acostumbrado a ella, la busca, la trata siempre de descifrar; el talento de un diseñador radica en saber explotarla en tamaño, peso, extensión, dirección y estructura de columna. La tipografía puede servir, no sólo como comunicadora de mensaje, sino como textura, como figura, como parte de otra imagen e incluso como pretexto para generar todo tipo de alineamientos. Nunca menosprecies o limites el poder tipográfico.
Para ejemplificar lo que señalo, basta ver estas páginas de uno de los reportes anuales de los seguros AXA. Un manejo espléndido de todos los conceptos indicados anteriormente; una verdadera belleza de diseño que depende, no de grandes efectos y renders, sino del obvio concimiento tipográfico de su diseñador.
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