El fenómeno de las series televisivas en Estados Unidos es muy sui generis. Temáticas que todos pensaríamos podrían ser un éxito en TV pueden fracasar en su primera temporada, mientras que otras que nadie supondría tendrían aceptación, llegan a ser super éxitos ¿Alguna vez pensó que el público se deleitaría con las vivencias de cuatro nerds sin ningún atractivo visual?
Seth Godin, en su inmortal Vaca Púrpura nos habla de los Otaku, una palabra japonesa designada para señalar a los «aficionados a algo»; Godin va más allá y les dice «obsesionados con algo». En Latinoamérica el término suele usarse como despectivo para describir a los fanáticos de cosas como los comics, la tecnología, la ciencia ficción, el anime y… bueno… ya sabe a qué personajes me refiero. No obstante, en Japón el término no tiene una naturaleza peyorativa. Godin dice que lo mejor que podemos hacer es encontrar Otakus ¿Por qué?
Porque venderle a gente que está obsesionada con un tema es mucho más sencillo que tratar de abrir una venta desde el inicio donde hay que informar al cliente para luego persuadirle. Es mucho más sencillo vender café a un aficionado del café que a alguien que no lo es… y lo mismo sucede con los comics, las motos, los relojes, los gadgets, los zapatos, las bolsas y un montón de productos allá afuera ¿Puede nombrar marcas con otakus? Por supuesto que sí… Starbucks, Apple, Swatch, Harley Davidson, entre muchas otras.
Para muestra de lo anterior, esta campaña de una tienda de comics y parafernalia típica de geeks como los de The Big Bang Theory; para anunciar su cambio de domicilio, publicaron anuncios… en lenguajes Klingon, Elfo y Kryptoniano, añadiendo un código QR para descifrarlo ¿Cree usted que esto pasó desapercibido para sus clientes? ¡Por supuesto que no! Todo lo contrario… los otakus se sintieron tomados en cuenta, y claro, recibieron y captaron el mensaje.