Guerrilla para El Palacio de Hierro. La acción consisitió en colocar estas bolsas con el nombre de la tienda, en los postes de algunas esquinas citadinas, especialmente en aquellos donde hubiera señalización.
Se trata de un desarrollo interesante, sin embargo no sé si simplemente podríamos decir que se trata de publicidad BTL o si en realidad es una guerrilla en forma. Lo comento porque una guerrilla supone, además de la sorpresa y el BTL, una verdadera experiencia de marca ineludible, sin embargo aquí solamente hay presencia de marca sin interactividad alguna.
Además de lo anterior, la tienda debió preveer que en México (como en muchas otras urbes) el vandalismo es común. Las bolsas no llevan ni una semana de colocación y muchas de ellas sobre Avenida Universidad ya desparecieron.
Así es como lucen a la distancia.