Wal-Mart había contratado en enero del 2006 a Julie Roehm, ejecutiva de 36 años para que transformara radicalmente su departamento de marketing, considerado por muchos como un grupo que se limitaba a producir los mismos anuncios de caras sonrientes y mensajes trillados insistentes en precios bajos.
Roehm se movió con rapidez y realizó acciones que jamás se pensaron ver en Wal-Mart. Produjo nuevos anuncios que se burlaban de sus rivales, patrocinó partidos de fútbol americano femeniles en lencería y contrató a la agencia de publicidad Draft FCB, de Interpublic Group, para que gestionara la cuenta de US$580 millones de la cadena.
Apenas a finales del año pasado, Wal-Mart despidió a Roehm debido a una relación sentimental con Sean Womack, de la misma empresa y a haber aceptado regalos de su agencia de publicidad. La compañía prohíbe ambas prácticas. Sobra decir que la agencia también fue despedida.
Si bien fue un despido «justificado» de acuerdo a los lineamientos Wal-Mart, queda la pregunta en el aire… ¿fue realmente por estas cuestiones o por salirse tan dramáticamente de la filosofía Wal-Mart sin que hubiera un incremento notorio en ventas?
Justo el pasado viernes 12 de enero del 2007, Wal-Mart seleccionó a Martin Agency y MediaVest para atender su cuenta publicitaria y de medios respectivamente, dando fin a este vergonzoso capítulo.
¡Ahhh!, no hay nada como un buen gossip del mundo publicitario. La próxima vez que se sientan tentados a recibir algún regalito de una agencia publicitaria o a patrocinar el Lingerie Bowl, piénsenlo dos veces. Aunque a decir verdad, no conozco un sólo cliente, al menos en México, que no haya aceptado por lo menos una invitación a comer por parte de su agencia… tal vez, debieran despedirnos a todos.
Esta nota cuenta con información de Portafolio.com