Este es uno de los mejores casos de marketing y retórica publicitaria que se pueda uno encontrar a últimas fechas… y la razón por la que quiero exponerlo es explicar el trasfondo del anuncio prohibido de Dakota Fanning como Lolita.
Pues bien Marc Jacobs lanzó en Septiembre el perfume Oh Lola!, envasado en una botella con una rosa roja abriéndose. ¿Está inspirado el perfume en la novela de Nabokov? Pues ustedes hagan su juicio cuando les comente que Dakota Fanning, la pequeña que vimos en cintas como La Guerra de los Mundos, Yo soy Sam o El Gato con Sombrero, fue escogida como modelo para presentar el producto.
Toda una apuesta de la marca por la connotación.
Con ese marco, la publicidad para el perfume se dio a conocer y casi de inmediato fue prohibida. En ella se ve a Dakota Fanning, que si bien tiene 17 años, aparenta menos edad, vestida de cándido rosa, con la botella del perfume entre las piernas y sujetándolo con toda la alegoría a un símbolo fálico.
Retórica de la imagen puesta al servicio de la interpretación retorcida… El rosa y la modelo evocando la inocencia, en contraste absoluto con la fuerte connotación de la pose y el largo del vestido, aunados a la posición del objeto sostenido.
¿El resultado? El anuncio fue censurado y retirado. El problema no es la postura, el atuendo, los colores o la interpretación fálica, es mucho más simple… Dakota Fanning es menor de edad y por tanto no debe aparecer en este contexto. (Casi como atrapar a Al Capone por impuestos).
La British Advertising Standards Authority (Oficina de regulación de la publicidad británica), aparentemente con el apoyo del Primer Ministro, prohibió el anuncio para el que Dakota realizó el endorsement.
La estrategia de marketing llevaba perfectamente toda la línea de la novela de Nabokov… y en consonancia, la British Advertising Standards Authority le dio un final tan trágico e inesperado como en la obra. Ahora vienen las preguntas ¿Era ética la campaña? ¿Es moralina la decisión de la autoridad? ¿Estuvieron en lo correcto en marcar un «hasta aquí»? La respuesta la tienen ustedes. De lo que no hay duda es que el poder de la retórica en publicidad es avasallador. [tti link=» Twittea esta frase.»]El poder de la retórica en publicidad es avasallador.[/tti]