Scott pinta en los cristales empolvados de los automóviles… y no, no pinta frases como «Lávame cochino»; pinta verdaderas obras de arte, algunas réplicas de pinturas famosas como La Noche Estrellada de Van Gogh o La Mona Lisa de Da Vinci; en otras ocasiones algunos personajes de la historia y unas más, figuras de su propia creación. Pensaré dos veces antes de ir al autolavado.
Lo maravilloso y diferente es que es arte fugaz, por lo que hay que documentarlo. Vale la pena un buen recorrido por su galería.
Gracias a Alejandro por el link.