El diseño debe ser funcional; es esencialmente lo que lo diferencia del arte. Muchos diseñadores generan desarrollos caprichosos pero poco funcionales; estos diseños podrán ser moda pero su vida real será efímera.
El caso de hoy es un buen ejemplo de ello; una pieza maravillosa como desarrollo creativo pero con poco futuro como un diseño funcional.
MODhair es conocido como el Rome Rock ‘n Roll hair salon. En este contexto, una tarjeta de presentación para un giro así, demandaba mucha creatividad. La respuesta fue este peine cuya distribución de los dientes contiene una melodía si se toca con la uña (un principio similar al principio de una caja de música).
La idea es maravillosa y funciona perfectamente como BTL pero ¿Como tarjeta de presentación? La verdad no me imagino a una persona cargando diez peines en su bolsillo porque son sus tarjetas de presentación.
Un ejemplo más de que el diseño es la suma concreta de estética y funcionalidad; cuando uno de estos elementos falta, el desarrollo no tiene futuro.
Creative Director: Fabio Milito
Art Director: Fabio Milito
Copywriter: Martha ter Horst
Published: April 2010
Estoy de acuerdo, porque el diseño me parece excepcional, pero para una estrategia como podría ser el BTL. No tengo dudas de que se convertiría en una pieza de colección. La publicidad perpetua es un valor agregado único. En Argentina son preciadas las botellas de Coca Cola en miniatura con sus pequeños cajoncitos rojos, que fueron campaña alguna vez. Estos peines podrían llegar a ser un clásico. Pero no como una tarjeta de presentación.
estoy de acuerdo tambien solo deverian regalarlos aloas clientes o algo asi mas no de tarjetas de presentacion
completamente de acuerdo, un gran futuro no tendrán como tarjetas de presentación, yo no me imagino a alguien portando siquera 5 en un tarjetero jeje, mas por otro lado un excelente BTL, ya lo imagino en el salón, en un pop, take one jajaja claro en méxico, no bastaría solo con uno, pero iria más de boca en boca que como tarjeta de presentación…
Saludos
Así es, muchos creativos pierden de vista el concepto «funcionalidad» y creen que cualquier idea con chispa es viable. No sucede así.