Diseñar es un proceso simple de pasos complejos. ¿Contradictorio? En absoluto. El secreto del diseño radica en combinar estética y funcionalidad… Para muestra, un empaque.
Para aquellos no familiarizados con el tema «orgánico» les diré que simplemente se trata de productos agrícolas o pecuarios devenidos de procesos naturales, sin químicos ni pesticidas.
El empaque y envase para este vino necesitaba verse y sentirse natural… y tal vez, ir más allá y hacer que fuera tan innovador que propiciara «word of mouth» entre los consumidores.
La solución: desarrollar un empaque que fuera también orgánico. El empaque, por fuera, muestra una de las hojas de la vid, y cuando uno saca la botella de éste, la etiqueta semeja la corteza del vino. Cada aspecto del envase fue orgánico, incluyendo la madera, el papel de la bolsa, el cordel con el que se ató la etiqueta y la cera que se utilizó para el sello; incluso las tintas utilizadas para imprimir la imagen de la hoja fueron orgánicas.
El resultado es estupendo en fondo y forma, perfecta fusión de estética y funcionalidad ¿Qué hacer para un vino orgánico? ¡Un empaque orgánico!.. qué simple… qué complicado. Diseñar es un proceso simple de pasos complejos. [tti link=» Twittea esta frase.»] Diseñar es un proceso simple de pasos complejos. #diseño [/tti]
Como una reflexión adicional, he de decir que este proceso creativo me recordó también al realizado para la botella de vino para Día de Acción de Gracias. Otro caso extraordinario de sencillez compleja.