Uno de los retos más interesantes para un diseñador, sin lugar a dudas, es el diseño de empaques… y normalmente también es donde menos creatividad se explota.
En ese marco, encontrar que en diseños tan simples como la etiqueta de un frasco, se pueden lograr grandes detalles creativos, es reconfortante.
El ejemplo lo tenemos en esta salsa de spaghetti para Casa Visco, donde el manejo del código de barras es maravilloso y el detalle de la cuchara, haciendo visible el contenido y connotando que se sirve, es espléndido.
El fondo blanco y el buen manejo tipográfico y de composición, redondean este impecable diseño.