Una ceremonia de inauguración de Juegos Olímpicos fastuosa, elegante, colorida, impecable. Un espectáculo que no requirió de alardes tecnológicos mayores, sino de inteligencia, creatividad, sincronía, luz y pólvora… mucha pólvora.
El montaje de los 300 sellos, el pergamino mostrando la historia china, el mundo emergiendo desde el piso y el encendido de la antorcha con un corredor por los aires nos recordaron el poder de combinar lo visual con la imaginación.
China tiene muchos problemas de derechos humanos, cierto; pero no podemos negar que saben hacer lucir su cultura y su enorme legado.
Finalmente, la bella Paola Espinosa encabezando nuestro contingente con mucha dignidad.
QUE FOTOGRAFIAS…!
eso se llama disciplina!! que espactaculo mas bello!