Sin duda alguna, las computadoras vinieron a revolucionar el diseño gráfico, sin embargo, también vinieron a acentuar la flojera mental de algunos diseñadores, quienes se conforman con usar las herramientas por default de los programas, olvidándose de experimentar… la única acción que ofrece resultados sobresalientes en el diseño.
El verdadero diseño no deviene de programas, sino de trabajo constante [tti link=» Twittea esta frase»] El verdadero diseño no deviene de programas, sino de trabajo constante.[/tti]… sin embargo muchos diseñadores han perdido de vista este axioma.
En este marco, esta botella de vino es una delicia, con una manejo tipográfico ágil y audaz pero muy funcional. Una maravilla el uso de caracteres no sólo para comunicar sino para crear una grácil textura alrededor del envase. ¿Complicado? En absoluto ¿Creativo? Por supuesto que sí… Y seguramente el concepto nació de bocetar y romper paradigmas, no de pasarse quince minutos moviendo las paletas de color o variando el alignment y el kerning.
Envases como éste o el Mystic de Coca-Cola me confirman una realidad simple: Los verdaderos diseñadores no diseñan para vivir; viven para diseñar. [tti link=» Twittea esta frase»] Los verdaderos diseñadores no diseñan para vivir; viven para diseñar.[/tti]